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Héroes del Diálogo

Cuando crecía en Nigeria, Fatima Madaki esperaba estudiar medicina, creyendo que era la mejor manera de salvar vidas. De adulta, se dio cuenta de que podía conseguir más en la calle que en los hospitales. "Había muchos problemas sociales que sabía que podía abordar sin ser una profesional de la medicina", dijo.

    "Quería entender cómo y por qué la gente hace las cosas que hace. Así que estudié psicología en la universidad, con la esperanza de que me permitiera abordar mejor los problemas sociales".

Cuando William Tolbert, director de programas de la Red de Acción de Ayuda y Rehabilitación del Cuerno de África (HAARAN, por sus siglas en inglés), una organización no gubernamental que trabaja con personas tanto discapacitadas como no discapacitadas en Somalia y Kenia, quiso hacer un cambio positivo, recurrió al KAICIID.

Formados en el arte del diálogo interreligioso, estos líderes religiosos están haciendo de Nigeria un lugar más pacífico.

Para los promotores de la paz en Nigeria, 2021 terminó con una nota deprimente. El sábado 18 de diciembre, a menos de dos semanas del nuevo año, estalló la violencia mortal entre agricultores y pastores en el estado de Nasarawa, en el centro del país. Se perdieron al menos 45 vidas.

Swami Chidakashananda, que pasó su infancia idolatrando a Albert Einstein antes de estudiar metafísica, ingeniería química e ingeniería de procesos en la universidad, creció convencido de que la ciencia podría acabar con todo el sufrimiento humano. Pero, tras años, de buscar respuestas a la condición humana en las vías científicas y no encontrar ninguna, se decantó por la espiritualidad del Vedanta, una de las seis escuelas de la filosofía hindú.

Hoy, Swami es un monje hindú y uno de los principales maestros espirituales de la misión Chinmaya en Jana, al norte de Sri Lanka.

2021 ha sido un año agitado y, en muchos sentidos, difícil en todo el mundo. La pandemia del COVID-19 siguió dominando nuestras vidas privadas y profesionales desde el primer día. Al mismo tiempo, en el KAICIID nos sentimos orgullosos de echar la vista atrás a otro año en el que -a pesar de todos los obstáculos y dificultades- nuestra organización ayudó a fomentar el entendimiento interreligioso e intercultural en todo el mundo. A continuación, nuestros editores han seleccionado sus artículos favoritos de 2021 para que los disfrutes.

En el marco de los prolongados disturbios que están teniendo lugar en toda la República Centroafricana (RCA), la remota ciudad de Obo se vio sumida en la confusión a principios de este verano tras una escaramuza entre los rebeldes y las fuerzas de paz de la ONU. Tras la muerte y la destrucción, las tensiones se dispararon cuando los residentes locales descargaron su furia contra los cascos azules, lo que provocó el despliegue de una misión de paz interreligiosa respaldada por el KAICIID para mediar y reducir las tensiones.

En julio de 2021, la Primera Nación Cowessess de Canadá encontró 751 tumbas sin marcar en el emplazamiento de un antiguo internado católico romano en la provincia occidental de Saskatchewan.

Cuando se enteró de la noticia, el imán Irshad Osman, de Toronto, entendió que era momento de ajustar cuentas y reflexionar para todos los canadienses.

Independientemente de la religión, Osman sabía que el descubrimiento enfrentaba a los canadienses con la cruda realidad del colonialismo y el maltrato a los pueblos indígenas de entonces y de ahora.

En 2020, el COVID-19 sacudió la región árabe, agravando los problemas existentes desde hacía décadas en muchos países, como los conflictos prolongados, la desigualdad, el desempleo, la pobreza y los problemas de derechos humanos.

En Palestina, la pandemia exacerbó una situación económica ya de por sí grave, llevando la capacidad de respuesta de emergencia al límite.

El martes 28 de septiembre, el distrito de Chanae, en el sur de Tailandia, se vio sacudido por la violencia, ya que una bomba colocada al borde de la carretera, que provocó un cráter de un metro de profundidad, hirió a cuatro policías y mató a dos, según el Bangkok Post. El atentado fue la manifestación más reciente de un conflicto poco conocido que sigue haciendo estragos en la región. 

Aumento del discurso del odio. Polarización feroz. Aislamiento y desconfianza avivados por el COVID-19. Vecinos que ya no se conocen por su nombre. Estas son algunas de las alarmantes tendencias que afectan a muchas sociedades occidentales. Sin embargo, en un mundo cada vez más fracturado, la organización portuguesa MEERU cree que el diálogo con los refugiados y solicitantes de asilo puede ser la clave para volver a unir a las comunidades.