La llegada repentina, y en gran escala, de refugiados a Europa ha tenido un efecto pronunciado sobre las relaciones interreligiosas e interculturales, con preguntas e implicaciones para la cohesión social dentro del concepto de las identidades europeas. Una polarización de narrativas conlleva profundas divisiones culturales y religiosas. Mientras que existen varios programas de calidad sobre integración, llevados a cabo por diversos grupos gubernamentales, religiosos y sin fines de lucro, un estudio de las necesidades existentes realizado por el KAICIID en 2016 reveló la existencia de brechas en los sistemas de apoyo existentes para la protección e integración de las mujeres en particular. Una vez en Europa, las mujeres pueden ser particularmente vulnerables al aislamiento y la invisibilidad. Se debe alentar y apoyar a estas mujeres para que comprendan y aprovechen al máximo las oportunidades educativas y laborales en Europa. Las mujeres y las niñas no solo ofrecen un enorme potencial para las comunidades de acogida, sino que también desempeñan un papel central en la integración a largo plazo de sus familias.