Encerrado en un ciclo de conflictos intercomunitarios, el derramamiento de sangre étnico-religioso es algo cotidiano en Nigeria, algo que Oluwasegun Ogunsakin comprende mejor que la mayoría.

Estudioso de la paz y la seguridad, este joven de 34 años ha analizado las complejas causas de la violencia endémica de su país y, como director de proyectos de Bellwether International, una organización de derechos humanos sin ánimo de lucro, ha visto de primera mano las consecuencias del sectarismo.  

¿La solución -o al menos un punto de partida para la paz- en opinión del experto Ogunsakin? El diálogo interconfesional.

"Necesitamos una sociedad en la que cristianos, musulmanes y otros grupos religiosos puedan reunirse para discutir sus intereses y preocupaciones mutuas", afirma Ogunsakin. "Sólo hablando entre nosotros, viéndonos como humanos e iguales, podremos cerrar la brecha de la desconfianza y el conflicto".

Fue este deseo de fomentar unas relaciones más estrechas entre las comunidades lo que llevó a Ogunsakin a realizar los cursos de aprendizaje electrónico sobre el diálogo interreligioso del KAICIID, diseñados para solucionar la falta de enseñanza interconfesional acreditada disponible en línea.

En la actualidad, el KAICIID ofrece dos cursos interactivos de aprendizaje electrónico moderados y de acceso gratuito: El del Uso del diálogo interreligioso (IRD) para fortalecer la paz, la reconciliación y la cohesión social y el de Participación de los agentes religiosos para apoyar el proceso de implementación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

Utilizando las capacidades que desarrolló durante el programa IRD de ocho semanas, Ogunsakin organizó recientemente una conferencia y un taller en Nigeria que reunió a docenas de personas de diferentes religiones y etnias.

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"El acto educó a la gente sobre la importancia del diálogo, y les mostró que tanto si eres yoruba como igbo o hausa, tanto si eres cristiano como musulmán o adorador tradicional, puedes trabajar juntos para superar las barreras y construir un futuro más pacífico".

El papel vital de la educación religiosa

Sin embargo, la configuración de un mundo más cohesionado, sostenible y equitativo a través del diálogo interreligioso no sólo implica a las instituciones religiosas: las escuelas desempeñan un papel importante en la construcción de una base de conocimientos interconfesionales e interculturales en los niños.

Para ello, los profesores de religión deben ser capaces de mostrar a los jóvenes cómo romper las barreras y crear vínculos con miembros de diferentes comunidades. Facilitar esta labor es el objetivo de Audrey Ferrer, una experta en educación religiosa con sede en Toronto que ayuda a las escuelas locales a impartir un programa completo e inclusivo de enseñanza religiosa.

"Dado que la educación religiosa implica la exploración de temas sociales que pueden ser muy delicados, por ejemplo, el racismo, la inclusión del colectivo LGBTQ+, el aborto, la asistencia médica en la muerte, etc., entablar un diálogo es un elemento importante del aprendizaje", afirma Ferrer.

Para desarrollar sus propias habilidades como educadora religiosa, Ferrer completó recientemente el programa de aprendizaje electrónico del KAICIID, diseñado para equipar a los participantes con los conocimientos y recursos necesarios para promover el diálogo interreligioso, reducir las tensiones religiosas y unir a los seguidores de diferentes religiones en nombre de la paz.

Inspirada por lo que aprendió, Ferrer está trabajando en un nuevo plan de estudios que incorporará elementos de la enseñanza en línea, como el impacto de los prejuicios y los estereotipos en el diálogo, y los principios y consideraciones éticas del debate interreligioso.

El curso de aprendizaje electrónico también hizo que Ferrer reflexionara sobre sus propias experiencias de diálogo interreligioso, y la acercó a otros profesionales que trabajan por un futuro más pacífico y equitativo.

"Como los participantes procedían de diversas religiones, culturas, edades y zonas geográficas, fue muy interesante e instructivo ver cómo el material que aprendimos podía aplicarse a diferentes contextos", dice Ferrer.

"Me inspiró el trabajo y las ideas creativas que compartieron los compañeros y el moderador del curso: ¡me dieron ganas de profundizar en mi aprendizaje!"

Fe y desarrollo sostenible

Los cursos de aprendizaje electrónico del KAICIID están diseñados para beneficiar tanto a los profesionales del diálogo, como Ogunsakin, como al público en general. Abiertos a participantes de todo el mundo, los programas en línea dirigidos por moderadores están vinculados a iniciativas globales y a objetivos de desarrollo para una paz sostenible.

Impulsado por su preocupación por las carencias sociales y el cambio climático, Jordi Salvany, sacerdote de una parroquia de Barcelona, se inscribió en el curso de siete semanas sobre los ODS.

"Me di cuenta de que los ODS ya no son opcionales: el mundo se enfrenta a un colapso inminente a menos que todos seamos conscientes de la necesidad de actuar individual y colectivamente. La pastoral no puede ignorar esta realidad".

Existe un amplio reconocimiento de que los líderes religiosos, las organizaciones confesionales y los agentes religiosos locales, como Salvany, tienen un papel importante que desempeñar en el avance de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, un plan para lograr los diecisiete Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas en sus países y comunidades para el final de la década. 

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Sin embargo, sigue sin reconocerse la importancia de involucrar a los grupos religiosos en la formulación y ejecución de políticas centradas en la sostenibilidad. Esta falta de participación disminuye la probabilidad de que las nuevas políticas sean inclusivas y participativas para las personas de fe, que constituyen más de cuatro quintos de la población mundial.    

El curso de aprendizaje electrónico sobre los ODS del KAICIID se desarrolló para abordar este déficit, proporcionando a los actores religiosos las técnicas y herramientas necesarias para colaborar eficazmente con los políticos, los líderes de la sociedad civil, las organizaciones internacionales, las empresas, los académicos y otros responsables de la toma de decisiones.

Salvany conoce bien esta tarea. Desde que completó el programa en línea, el sacerdote catalán ha trabajado duro para concienciar sobre la igualdad y el progreso sostenible, subrayando la importancia de los ODS en todas las interacciones con las partes interesadas.

"Los objetivos de desarrollo son ambiciosos, y 2030 es una fecha concreta en un futuro muy cercano. No hay tiempo que perder, ni para filosofar".

Abordar los retos medioambientales y sociales a través del diálogo

A ocho mil kilómetros de distancia, en Lesotho, un pequeño país del sur de África, Mantopi Martina de Porres Lebofa canaliza la misma determinación por el desarrollo sostenible. En 2004, Lebofa fundó Tecnologías para el Desarrollo Económico (TED), una ONG de protección del medio ambiente que trabaja con las partes interesadas -incluidos los grupos religiosos- para desarrollar estrategias equitativas de mitigación del clima.

"Siempre he creído que las organizaciones religiosas son las mejor situadas para abordar los retos medioambientales y sociales a los que se enfrentan nuestras comunidades, por eso es tan importante trabajar estrechamente con ellas para reforzar su capacidad en cuestiones de sostenibilidad, de modo que se den cuenta de su potencial y su valor añadido", afirma Lebofa.

Para mejorar su compromiso con los líderes religiosos, Lebofa completó el curso interactivo del KAICIID sobre los ODS. Además de aprender sobre los importantes paralelismos entre las enseñanzas de las escrituras y las ideas modernas de conservación y justicia social, desarrolló habilidades sobre cómo ayudar a los grupos religiosos a ser más verdes y sostenibles.

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"Las organizaciones religiosas de Lesoto no son conscientes de su contribución a los ODS y, por lo tanto, no son capaces de actuar sobre las oportunidades que tienen para contribuir a su capacidad en la implementación de los ODS", dice Lebofa.

En un esfuerzo por corregir esto, está planeando una serie de sesiones de diálogo diseñadas para educar a los líderes religiosos locales sobre su papel en la contribución a la Agenda 2030. ¿Por qué? Porque los grupos religiosos tienen una capacidad única para influir en el comportamiento de sus seguidores, explica Lebofa, y sólo ayudándoles a aprovechar esa influencia se pueden lograr verdaderos avances.

¿Quieres participar? Haz clic aquí para obtener más información sobre los cursos de aprendizaje electrónico y los recursos en línea del KAICIID.