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- Inauguración en Lisboa del Foro de Diálogo Global del KAICIID
El Centro Internacional de Diálogo (KAICIID) inauguró el martes en Lisboa su Foro de Diálogo Global, que explorará el poder transformador del diálogo para abordar algunos de los retos más acuciantes del mundo. Entre ellos figuran el cambio climático, la persistencia de las violaciones de los derechos humanos y el mayor número de conflictos violentos desde la Segunda Guerra Mundial.
El foro, de dos días de duración, marca un hito importante en la misión que el KAICIID lleva ejerciendo una década, aprovechando el diálogo como catalizador del cambio global y la consolidación de la paz. Ha reunido a cerca de XXX participantes, entre ellos líderes religiosos de alto nivel, Jefes de Estado actuales y anteriores, dirigentes de la ONU y representantes de la sociedad civil y jóvenes delegados.
«En estos tiempos de escalada de conflictos y profundización de las divisiones mundiales, nuestra reunión aquí en Lisboa representa no sólo un encuentro, sino un profundo compromiso con el diálogo que tiende puentes entre las divisiones. El primer Foro de Diálogo Global del KAICIID es un testimonio de nuestra dedicación colectiva al fomento de la paz a través del entendimiento y la cooperación entre diversas religiones, regiones y comunidades culturales. Aprovechemos el espíritu de colaboración que nos ha reunido para inspirar una acción sostenida y alimentar las semillas de la armonía y el respeto mutuo», declaró el Dr. Zuhair Alharthi, Secretario General del Centro de Internacional de Diálogo – KAICIID, en su discurso de apertura.
El diálogo como necesidad, no como lujo
El mundo se enfrenta a retos que superan con creces la capacidad de gestión de un solo estado, según escucharon los participantes en la sesión plenaria de apertura. Los mecanismos tradicionales de cooperación internacional están superando sus límites. La consecución de los programas mundiales de desarrollo, como la Agenda 2030 de las Naciones Unidas, requiere algo más que voluntad política e inversión financiera: exige una transformación en los corazones y las mentes de las personas y las comunidades de todo el mundo.
Para ello, el foro de dos días se centrará en tres temas: la construcción de ciudades inclusivas, en particular en respuesta a la afluencia de refugiados de los conflictos mundiales en curso, la lucha contra el cambio climático a través de la ecología sagrada y la consolidación de la paz y la resolución de conflictos.
En su discurso de apertura, Heinz Fischer, ex Presidente de Austria, destacó la relevancia del diálogo transformador en el contexto de los violentos conflictos actuales, incluidas las guerras de Ucrania y Gaza. «El diálogo transformador es especialmente importante en un momento en el que somos testigos de situaciones dramáticas y desgarradoras en todo el mundo. Es de la máxima relevancia que todos -políticos, líderes religiosos, gente corriente- nos unamos para trabajar por la paz, los derechos humanos y la igualdad», afirmó Fischer.Augusto Santos Silva, ex Ministro de Asuntos Exteriores de Portugal y 15º Presidente de la Asamblea de la República, se hizo eco del papel fundamental del diálogo en la actualidad mundial. «En tiempos de turbulencias sociales, polarización política y conflictos armados en muchas partes del mundo, debemos hacer todo lo posible para reconstruir la confianza y fomentar la comunicación y el diálogo entre diferentes regiones, culturas y civilizaciones». Señaló además que «el fundamento mismo del diálogo tiene que ser un compromiso claro de considerar que nuestras diferencias enriquecen el mundo, y el mundo es nuestra responsabilidad común».
Frenar la creciente ola de conflictos violentos
En el transcurso del Foro se espera que la creciente ola de extremismo y conflictos violentos ocupe un lugar central, así como la necesidad de defender los derechos humanos y la dignidad. Los panelistas debatirán el papel fundamental que desempeña el diálogo interreligioso a la hora de abordar estos retos. Los líderes religiosos, reconocidos por su autoridad y confianza dentro de las comunidades, se consideran figuras clave para salvar las divisiones que alimentan tales conflictos.
En la sesión plenaria de apertura, Shawki Ibrahim Abdel-Karim Allam, Gran Mufti de Egipto, habló del imperativo del diálogo en la sociedad contemporánea. «Nuestra responsabilidad en la promoción del diálogo interreligioso no es un mero compromiso moral, sino una necesidad acuciante para garantizar la unidad del tejido de la comunidad humana y salvar a las generaciones futuras de caer en las garras del extremismo, el odio, la violencia y la intolerancia», afirmó.
El poder transformador del diálogo
Los oradores señalaron además que las alianzas ganadas con tanto esfuerzo para apoyar la paz están sometidas a una presión considerable, ya que tanto las partes interesadas laicas como las religiosas luchan por mantener a los líderes mundiales alineados con su compromiso con los principios acordados en materia de derechos humanos.
Según los participantes, el diálogo puede aliviar muchas amenazas para una paz duradera, como los agravios no resueltos y las continuas violaciones de los derechos humanos, especialmente contra grupos minoritarios. Más allá de mediar en los conflictos, el diálogo también ayuda a las comunidades afectadas por la desconfianza y la polarización, ayudándolas a afrontar retos como el cambio climático y la inseguridad alimentaria, las desigualdades sociales y la integración de los refugiados en las comunidades de acogida.
La voz de las comunidades marginadas
Durante la sesión plenaria de apertura, Graça Machel, antigua defensora de la libertad y primera Ministra de Educación de Mozambique, ofreció un conmovedor ejemplo de cómo se ha aplicado el diálogo transformador en su región. Recordó el importante papel que desempeñó su difunto marido, Nelson Mandela, en las negociaciones de paz de Burundi de 1996, que pusieron fin a una prolongada guerra civil. Machel explicó que él abrió el espacio para que las mujeres participaran en el proceso de mediación, lo que condujo a resultados significativos, incluidos mandatos constitucionales para la representación de las mujeres en el gobierno. Destacó el impacto actual de estas iniciativas, en las que miles de mujeres de Burundi actúan ahora como mediadoras en asuntos que van desde la violencia doméstica a las disputas por la tierra y las tensiones derivadas de la violencia política. También relató el importante papel que desempeñó durante las negociaciones de paz en Kenia, junto con el ex Secretario General de la ONU Kofi Anan y el ex Presidente de Tanzania Ben Mkapa, tras la violencia postelectoral keniana de 2007-2008, que pusieron fin a la prolongada violencia.
Expectativas del Foro
Los resultados del Foro Mundial incluyen una estrategia global para abordar los problemas de la paz mundial y la cohesión social, la creación de planes de acción para dar prioridad al diálogo para el desarrollo inclusivo, y el desarrollo de programas conjuntos destinados a reforzar la aplicación de iniciativas de diálogo allí donde más se necesitan.
Además, se pedirá a los participantes que apoyen un Imperativo de Diálogo Transformacional, un compromiso ético de amplia base destinado a mejorar y ampliar el diálogo a través de políticas y prácticas en todo el mundo. Los compromisos incluirán el desarrollo de capacidades, la asistencia técnica y otros recursos para mejorar las habilidades de diálogo dentro de las organizaciones. Los ámbitos de interés serán la educación, la consolidación de la paz liderada por las mujeres y la protección del medio ambiente.