Contribuciones de la religión y el diálogo interreligioso al proceso de integración
Contribuciones positivas de la religión y el diálogo interreligioso al proceso de integración
- Para todas las religiones, el ayudar a quienes lo necesitan y acoger a los extranjeros es considerado un valor. Por eso, las comunidades religiosas suelen estar entre quienes dan una primera respuesta en tiempos de crisis y conflictos.
- Las organizaciones religiosas pueden movilizarse rápidamente a la hora de proveer ayuda humanitaria, porque son menos burocráticas que otras instituciones.
- La migración crea oportunidades de diálogo.
- Para lograr la integración es necesario aprender acerca de la religión, las tradiciones y la cultura de la sociedad anfitriona y las de los recién llegados. Por tal motivo, la integración ofrece oportunidades para construir puentes mediante el diálogo.
- Para los recién llegados, las comunidades religiosas proveen un sistema de apoyo.
- Las personas de fe, aun cuando son de religiones distintas, suelen compartir valores y prioridades que les permiten comprenderse.
Los desafíos del diálogo interreligioso en el proceso de integración
- A veces existe la percepción de que el diálogo interreligioso se limita a los académicos y los líderes religiosos.
- Puede ser difícil facilitar un diálogo inclusivo, porque se pueden dejar afuera algunas comunidades.
- Los prejuicios impiden a las personas interactuar y obtener así los beneficios del diálogo. Por ejemplo, la falta de recursos de los recién llegados suele asociarse con la pobreza, y esto puede desalentar a las comunidades locales de interactuar con estas personas.
- Para tener buenos resultados, el diálogo interreligioso tiene que ser auténtico, profundo e ir acompañado de un pensamiento crítico. No todas las personas son igualmente religiosas, ni todas están interesadas en tener conversaciones profundas.
- El entorno político y social puede influir en el diálogo o impedirlo.
- Tanto las comunidades anfitrionas como los recién llegados deben estar abiertos a las creencias religiosas del Otro. Las iniciativas de integración no deben centrarse únicamente en los recién llegados, sino que deben enfocarse también en la comunidad anfitriona.