Tres fieles murieron y unos 40 fueron secuestrados después de que hombres armados atacaran dos iglesias en el estado nigeriano de Kaduna. Según las noticias, los pistoleros abrieron fuego en la iglesia católica de San Moisés y en la iglesia bautista de Maranatha el domingo por la mañana mientras la gente asistía a los servicios religiosos. El incidente se produjo sólo dos semanas después de un ataque similar en el suroeste del país.  

En respuesta a la violencia, la Junta Directiva multirreligiosa de KAICIID emitió la siguiente declaración:

    "Estamos profundamente apenados al enterarnos del ataque a la Iglesia Católica de San Moisés y a la Iglesia Bautista de Maranatha en Nigeria este pasado fin de semana. Además, estamos muy preocupados por los informes sobre el aumento de la violencia en el país. Más de dos tercios de los estados y territorios federales de Nigeria sufren actualmente alguna forma de violencia, que va desde el secuestro y el bandolerismo, el extremismo religioso y el terror, hasta un prolongado conflicto entre pastores y agricultores.

    Hacemos un llamamiento a los líderes religiosos, a las autoridades locales y a los responsables políticos para que colaboren en la búsqueda de soluciones conjuntas a las causas profundas de esta violencia y para que hagan todo lo que esté en su mano para proteger los lugares sagrados y a sus fieles. Los lugares de culto deben seguir siendo pilares de la paz y no peones en los conflictos armados.

    Ofrecemos oraciones de curación para las víctimas, sus familias y comunidades. Esperamos que los fieles secuestrados puedan regresar pronto a sus hogares. Condenamos enérgicamente todos los atentados contra los lugares sagrados y las casas de culto y recordamos a todo el mundo que tales actos son una ofensa a Dios, ya que todas las religiones comparten los valores de la paz, la tolerancia y los derechos humanos."