La apertura de la exposición Zusammen-Wachsen (Creciendo Juntos), en la sede del Centro Internacional de Diálogo (KAICIID) en Viena, marcó un momento sin precedentes en la historia del Centro. La muestra, que exhibe obras de arte de solicitantes de asilo, se organizó en colaboración con la ONG austríaca Grenzenlos Kreativ (Creatividad sin Fronteras). Las impactantes pinturas ocupan la sala de exposiciones del Centro, que está abierta al público interesado en el tema.

Las piezas que se exhiben actualmente son obra de tres artistas que no habían utilizado nunca un pincel antes de llegar a Austria: Deyeballa Doucoure, de Senegal; Durmohammad Fasekhi, de Afganistán; y Fahad Al Farha, de Irak. Los tres pintores expresaron al público su agradecimiento y orgullo por ver sus pinturas colgadas en las paredes de la sala.

La exposición fue inaugurada por el Director de Comunicaciones del KAICIID, Peter Kaiser, quien destacó la importancia del arte como forma de diálogo entre las culturas, libre de obstáculos lingüísticos. Daniel Hofer, presidente de Grenzenlos Kreativ, presentó el objetivo de la asociación, que busca fomentar el entendimiento y la integración a través del arte. Los artistas también hablaron a los refugiados asistentes al evento sobre su experiencia de integración, con breves exposiciones en árabe y farsi sobre los valores de la sociedad austríaca.

Asistieron al acto diferentes personas que han sido migrantes y sus profesores de alemán, así como un grupo de estudiantes locales y el público vienés interesado. La velada concluyó con una visita de la sede del KAICIID, ubicada en la histórica Ringstrasse de Viena.

El Centro acogerá otras exposiciones en los próximos meses.

Sobre Grenzenlos Kreativ

Las obras de arte fueron facilitadas por la organización benéfica sin fines de lucro Grenzenlos Kreativ (Creatividad sin Fronteras). Grenzenlos Kreativ atrae a los recién llegados que viven en zonas remotas de la provincia austríaca de Styria al ofrecerles cursos de pintura y conocimientos de arte. Estos cursos no son solo un pasatiempo, sino que también constituyen una terapia para superar las experiencias de huida y expulsión. Sus efectos terapéuticos se reflejan de forma especial en la evolución artística de las combinaciones de colores de las pinturas, que abarcan desde los tonos más oscuros hasta los más claros.