Más de 50 personas murieron y casi 200 resultaron heridas tras la explosión de una bomba en la mezquita de Kucha Risaldar en Peshawar, Pakistán. El atentado tuvo lugar cuando los fieles se reunían para la oración del viernes.

Los funcionarios de la policía dijeron que los atacantes mataron a dos guardias antes de entrar en la mezquita, mientras que otro atacante detonó un chaleco suicida dentro de la mezquita.

La junta directiva multirreligiosa del Centro Internacional de Diálogo (KAICIID) emitió la siguiente declaración:

"Condenamos este cobarde ataque contra civiles inocentes reunidos en un lugar de culto. Ofrecemos nuestras más sinceras condolencias a las familias y seres queridos de las víctimas.

Debemos proteger la vida y garantizar un culto seguro para todos. Condenamos enérgicamente todos los atentados contra lugares sagrados y de culto y recordamos a todos nuestro deber común de defender la paz, la tolerancia y los derechos humanos.

Unidos en nuestros valores religiosos, creyendo en la santidad de la vida, hacemos un llamamiento a las autoridades locales para que protejan a los que buscan practicar su culto en paz".