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Foro organizado por el KAICIID discute la función de los líderes religiosos en la prevención de los crímenes atroces

24 Abril 2015
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FEZ - La función de los líderes religiosos y las organizaciones religiosas en la prevención de los crímenes atroces fue el centro de la discusión del jueves 23 de abril en Fez, Marruecos, durante una conferencia internacional organizada por la Oficina de las Naciones Unidas para la Prevención del Genocidio y la Responsabilidad de Proteger, el Centro Internacional de Diálogo con sede en Viena (KAICIID), la Delegación Interministerial de Derechos Humanos (DIDH) del gobierno de Marruecos y la Rabita Mohammadia de los Ulemas en Marruecos.

Durante la sesión inaugural, Adama Dieng, asesor especial de Naciones Unidas sobre la Prevención del Genocidio, celebró la elección de Fez como ciudad anfitriona de la reunión, por su condición mítica y simbólica.

“Lo que queremos lograr en Fez es que los líderes religiosos presten atención a un tema importante: la prevención de la incitación a cometer crímenes atroces”, aseguró Diem. Destacó el importante papel que los líderes religiosos pueden desempeñar en la prevención y lucha contra la incitación a la violencia, promoviendo la tolerancia y haciendo un llamamiento al cese de la discriminación, tomando en cuenta que los líderes religiosos pueden ser también en ocasiones responsables del discurso del odio y la incitación a la violencia. Diem dijo a los líderes religiosos reunidos en la conferencia: “Ustedes están aquí porque han demostrado que siempre se puede hacer algo. Ustedes están aquí para mostrar que es posible responder a la incitación”, agregó.

El objetivo principal de este foro, según Dieng, es “sentar las bases, bases sólidas, para un Plan de Acción que permitirá que los líderes religiosos actúen contra la incitación al odio y la violencia masiva”. Concluyó su discurso con el anuncio de que a la conferencia de Fez seguirán cinco reuniones regionales en las que el Plan de Acción desarrollado en Fez se fortalecerá y mejorará con elementos detallados y específicos provenientes de diferentes regiones.

Faisal Bin Muaammar, secretario general del KAICIID, afirmó: “Esta conferencia es oportuna. En el siglo pasado y en el actual, a pesar de los mejores esfuerzos de la comunidad internacional, nos hemos enfrentado, una y otra vez, con atrocidades, incitación y la pérdida de vidas de cientos y miles de personas”. Y agregó: “Vivimos en un mundo plural y, cada día que pasa, la cercanía entre nosotros es mayor. Las personas están separadas por diferentes identidades, religiosas, culturales o nacionales. Cuando esas identidades se convierten en una fuente de temor y de desconfianza, podemos esperar que la violencia siga. Hay muchas personas en este mundo que hacen un uso indebido de la violencia para sus propios y limitados fines”.   

Bin Muaammar exhortó a los participantes a unirse en la condena de la violencia en el nombre de la religión. También destacó “la importancia del concepto de ciudadanía común: una idea de ciudadanía basada en la diversidad, en lugar de mayoría”. Asimismo, instó a todos a “asumir el diálogo como forma de vida. Sin él, la violencia y la incitación nunca podrán ser derrotados por completo”. Seguidamente, explicó que la consolidación de la paz y la promoción del diálogo común es el centro del trabajo del KAICIID. El Centro fue establecido para fomentar el diálogo entre los seguidores de distintas religiones y culturas, así como para comprometer a los líderes religiosos a través del diálogo.

Ahmed El-Abbadi, secretario general de la Rabita Mohammadia de los Ulemas en Marruecos, dijo: “Hoy estamos presenciando una proliferación de la violencia y el discurso del odio disfrazados de religión, que sin embargo debería ser la esencia de la belleza y el amor, en lugar de producir caos”.  Abbadi señaló los principales desafíos que enfrentan las comunidades a la hora de luchar contra la incitación al odio y la discriminación, incluyendo la elaboración de estrategias para contrarrestar la incitación al odio; la formación de personas y líderes religiosos para ejecutar esas estrategias; así como el establecimiento de redes dirigidas a mejorar la educación.

“Si el terrorismo es considerado el principal enemigo de los derechos humanos, la protección de los derechos humanos en el contexto mundial actual requiere la adopción de medidas prácticas para la educación y la toma de conciencia sobre la no violencia y el cese del discurso del odio”, advirtió Mahjoub El Haiba, delegado interministerial de Derechos Humanos. Agregó que es necesario “luchar contra las causas que alimentan la incitación al discurso del odio y la violencia, castigar a los autores de estos crímenes, desarrollar el estado de derecho, así como promover el desarrollo y el fortalecimiento de la democracia”.