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- Creando confianza para ayudar a los refugiados y migrantes en Europa
Con el populismo aumentando en toda Europa, y alienando a las poblaciones de refugiados ya vulnerables, los expertos participantes en un seminario web del KAICIID, celebrado antes del Día Mundial de los Refugiados de las Naciones Unidas, subrayaron la necesidad de crear una mayor confianza entre las organizaciones y las personas para lograr una sociedad más inclusiva con los que buscan refugio en la región.
En el seminario web titulado "Fomento de la confianza para una Europa más inclusiva", que se celebró el 18 de junio, se analizó la forma en que los refugiados y los migrantes podrían beneficiarse de una serie de medidas, entre ellas nuevas leyes contra la discriminación, una mayor participación económica y actividades municipales e interculturales que garantizaran la igualdad de derechos para todos.
El giro hacia unas políticas más populistas ha suscitado temor en naciones anfitrionas como Alemania, Francia y el Reino Unido, y ha dado lugar a una mayor desconfianza en los refugiados, así como a torrentes de desinformación, discursos de odio y discriminación.
"En los países en los que, por lo general, se concede a los inmigrantes igualdad de derechos y oportunidades, el público no piensa en los inmigrantes como una amenaza, sino como una oportunidad", comentó Thomas Huddleston, Director de Investigación del Grupo de Políticas de Migración. "Piensan que el racismo es un problema al que hay que enfrentarse".
"Si no cambiamos nuestras políticas para que éstas muestren que los inmigrantes merecen igualdad de derechos y oportunidades, y que nosotros como sociedad necesitamos aportar para que todo el mundo tenga una oportunidad, ese mensaje calará realmente en el público", continuó Huddleston.
El seminario web coincide con un nuevo informe que muestra cómo las poblaciones de refugiados de todo el mundo han aumentado considerablemente en los últimos diez años. Las últimas cifras del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados muestran que el número de personas que se han visto obligadas a desplazarse de sus hogares se ha duplicado hasta alcanzar casi 80 millones en la última década. Nueve millones de personas se vieron obligadas a huir de sus hogares en 2019, a causa de los conflictos en Siria, el Yemen, la República Democrática del Congo y Burkina Faso.
Según el informe anual del ACNUR, una de cada 97 personas en todo el mundo, alrededor del uno por ciento de la población mundial, está actualmente desplazada.
El informe también advierte que la pandemia de COVID-19 está afectando a los refugiados y a su capacidad para trabajar o para regresar a sus hogares. El informe del ACNUR indica que 164 países han cerrado parcial o totalmente sus fronteras para luchar contra el virus. Muchas personas que huyen de sus países de origen dependen de una "economía informal", a menudo con trabajos de un día a cambio de dinero en metálico, oportunidades que actualmente se ven amenazadas por los confinamientos mundiales a causa del coronavirus.
En el seminario web también se presentaron algunas historias positivas que los refugiados y los migrantes suelen traer a Europa. "Efectivamente, también es importante la construcción de una comunidad de acogida y de confianza en esta comunidad hacia los migrantes, y esto se relaciona muy estrechamente con los discursos sobre la migración", señaló Geertrui Lanneau, Especialista Principal en Movilidad Laboral y Desarrollo Humano de la Organización Internacional para las Migraciones. "Lamentablemente, las personas se enfrentan a menudo a otras historias negativas sobre la migración y sobre los migrantes en las noticias, cuando en realidad los migrantes tienen mucho que aportar a la diversidad y a Europa".
"La crisis de COVID-19 ha demostrado que dependemos de los inmigrantes, ya sea para la atención sanitaria o para la producción de alimentos, o la agricultura", continuó Lanneau. "Ellos son los que, en tiempos de crisis, han mantenido nuestras cadenas de suministro en funcionamiento."
Otros participantes en el seminario analizaron las iniciativas locales que permiten a los migrantes y refugiados participar en actividades culturales con las poblaciones locales. Entre ellas figuran las clases de cocina y los proyectos que alojan temporalmente a los inmigrantes con familias de acogida durante un máximo de nueve meses. "El proyecto ha ayudado a los inmigrantes a alcanzar la autonomía y ofrece a los residentes la oportunidad de disfrutar de la experiencia de la solidaridad y el intercambio cultural", dijo Shannon Pfohman, Directora de Políticas e Incidencia de Cáritas Europa. "Valora y permite que cada persona hable por sí misma".
"Las barreras culturales, incluidos el mido a los demás, los estereotipos y la discriminación, tienden a influir en la capacidad de los recién llegados para desempeñar un papel activo en las comunidades locales y participar en igualdad de condiciones", continuó Pfohman.
Este seminario web ha servido como continuación a iniciativas anteriores del KAICIID, que ponen de relieve la colaboración interreligiosa para ayudar a los refugiados. El pasado mes de octubre, el KAICIID reunió en Viena a unas 40 personas de diferentes orígenes para participar en una caminata mundial de solidaridad como parte del compromiso del Centro con las personas que buscan refugio en Europa. El pasado mes de marzo, la Red para el Diálogo del KAICIID reunió a representantes de organizaciones religiosas y seculares en Bolonia para apoyar la integración de los refugiados y los migrantes en Europa mediante el diálogo y la colaboración.
"Vemos que los países con políticas de integración más inclusivas desarrollan en realidad un sentido más común de pertenencia e identidad", dijo Thomas Huddleston. "Los inmigrantes y los no inmigrantes de esos países tienden a tener ideas muy similares y más inclusivas sobre lo que significa ser ciudadano nacional, lo que significa la identidad nacional y lo que significa el patriotismo nacional".