En noviembre de 2014 se presentó en Viena la iniciativa Unidos contra la Violencia en Nombre de la Religión, en una reunión histórica que congregó a líderes de cristianos, musulmanes y de otras comunidades religiosas y étnicas procedentes de Irak, Siria y otros puntos de Oriente Medio. En ella presentaron conjuntamente la Declaración de Viena, por la que se denunciaba la violencia en nombre de la religión.

Desde esta iniciativa, el Centro trabaja con representantes de alto nivel de las cinco principales religiones del mundo, así como con representantes de las comunidades musulmanas, la Iglesia Ortodoxa armenia, el Consejo de Expertos de Arabia Saudí, los evangélicos, la Asociación Musulmana de Irak, la Iglesia ortodoxa de Antioquía, el Patriarcado de Antioquía y todo el Oriente, los maronitas, los greco-católicos melquitas, el Consejo de Iglesias de Oriente Medio, la comunidad de drusos almohades del Líbano, las comunidades protestantes y los yazidíes, entre muchos otros. Gracias al trabajo con esta extensa red de líderes y comunidades religiosas, el Centro está llevando a cabo actividades con una serie de aliados, entre ellos la UNESCO, el PNUD, la Oficina de las Naciones Unidas sobre la Prevención del Genocidio y la ISESCO, así como con diversas organizaciones no gubernamentales.

Como primer evento de seguimiento de la iniciativa Unidos contra la Violencia en Nombre de la Religión, el Centro celebró una reunión en Beirut, Líbano, en mayo de 2015, en la cual los representantes de líderes religiosos de alto nivel procedentes del mundo árabe acordaron seguir trabajando juntos. En este acto participaron líderes religiosos, destacados responsables políticos de gobiernos, así como organizaciones internacionales y organizaciones humanitarias y por la paz con presencia en la región.

En septiembre de 2015, destacados líderes religiosos cristianos y musulmanes de Oriente Medio se reunieron en Atenas y suscribieron la “Declaración de Atenas: Unidos contra la Violencia en Nombre de la Religión – Apoyando los derechos de ciudadanía de cristianos, musulmanes y otros grupos religiosos y étnicos en Oriente Medio”. Los líderes religiosos exhortaron a los líderes políticos y a la sociedad civil a posicionarse firmemente contra el creciente extremismo violento y el terrorismo que amenazan siglos de convivencia pacífica en Oriente Medio.