En la última de una serie de reuniones regionales que forman parte del proceso del Foro Interreligioso del G20, más de 55 líderes religiosos de toda Asia, representantes de organizaciones confesionales, políticos de primer nivel, expertos e investigadores, se reunieron de modo virtual para proponer una serie de recomendaciones clave sobre la forma en que la labor interreligiosa en Asia puede abordar desafíos que van desde el aumento del acceso a la educación hasta el cambio climático.

Esta consulta sirve como continuación de otras reuniones similares que se centraron en la gobernanza, la convivencia, la paz y el medio ambiente en la Región Árabe y las comunidades desplazadas, la desigualdad y el medio ambiente en Europa. El foro virtual marcó el segundo y último día de la Consulta Regional del Foro Interreligioso del G-20 en Asia.

La profesora Katherine Marshall, Directora Ejecutiva de World Faiths Development Dialogue y miembro del Consejo Consultivo del Foro Interreligioso del G-20, subrayó la importancia de las recomendaciones formuladas por la "red de redes".

“Si bien hay cuestiones específicas que están en el programa mundial más inmediato en todo momento, es evidente que hay algunas de ellas tienen gran relevancia", dijo. "Creo que ese es el espíritu de los grupos de trabajo que se centran en ciertos temas. Por ejemplo, el problema de los refugiados y el papel de las comunidades religiosas a la hora de abordar los problemas de la migración forzosa en todo el mundo es una preocupación constante en las comunidades religiosas año tras año.”

En el orden del día de esta reunión, en la que participaron personas de 16 husos horarios diferentes y tres grupos de trabajo, se formularon recomendaciones sobre una serie de cuestiones que abarcan desde la educación, la juventud, el uso responsable de los medios de comunicación social, la gobernanza y la fe y la protección del planeta.

El Dr. Amjad Saleem, responsable de Inclusión, Protección y Compromiso de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, en nombre del grupo de trabajo sobre Educación, Juventud y Mujer, recomendó que se enseñara a los jóvenes la importancia de los valores comunes. "Necesitamos tener una comprensión de los valores comunes. Los jóvenes necesitan entender la comunicación no violenta, necesitan que el concepto de concienciación se imparta desde el sistema educativo. Es necesario que haya una comprensión de los problemas mundiales. Se necesita el papel de los líderes religiosos para ayudar a desarrollar ese plan de estudios".

Las recomendaciones de esta reunión forman parte del proceso del Foro Interreligioso del G-20, que este año ha puesto en contacto a comunidades religiosas de todo el mundo para encontrar nuevas formas de hacer frente a una serie de retos, entre ellos el impacto continuo de la pandemia del coronavirus.

El profesor Tatsushi Arai, profesor de consolidación de la paz y transformación de conflictos del Instituto de Posgrado de la Escuela de Formación Internacional de los Estados Unidos, experto en resolución de conflictos, análisis de conflictos, religión e identidad, y miembro del grupo de trabajo sobre gobernanza y fe, formuló una serie de recomendaciones para aumentar el número de espacios seguros para la educación. Entre ellas figuraba la creación de conexiones con grupos interreligiosos y responsables políticos.

“Un espacio seguro para la educación hace hincapié en la tradicional fuerza de la religión para ofrecer inspiración, buscando una mayor conciencia en el campo de las ideas", dijo el profesor Arai. "Un enfoque en la educación no sólo en el sentido institucionalizado de la educación formal, sino también en la educación no formal.”

El Foro Interreligioso del G-20 constituye una plataforma anual en la que las redes de grupos religiosos y confesionales pueden dialogar sobre los programas mundiales, en el marco amplio de los objetivos de desarrollo sostenible de las Naciones Unidas y el programa del país anfitrión.

El Centro de Diálogo Internacional (KAICIID) considera a Asia como una de sus regiones prioritarias. El Centro comenzó a trabajar en Myanmar en 2016 y ha ampliado sus actividades a varios países de la región.

Sadhvi Bhagwati Saraswati, Secretario General de la Alianza Mundial Interconfesional sobre el Agua y el Saneamiento, en nombre del grupo de trabajo de Protección del Planeta, habló de la importancia de que las organizaciones religiosas y los grupos de la sociedad civil colaboren con los trabajadores de base para obtener orientación sobre soluciones sostenibles.

“Dado que el clima y el medio ambiente se entrelazan con todo, nuestra definición de la paz debe ampliarse", dijo Saraswati. "Así que cuando hablamos, por ejemplo, del Objetivo 16 y de las sociedades pacíficas, estas no pueden existir sin aire limpio, agua limpia, suelo limpio. No podemos tener paz sin la protección del clima. Por lo tanto, la responsabilidad de todas las organizaciones que trabajan en el Objetivo 16 es asegurar que los líderes religiosos también trabajen mano a mano con el medio ambiente.”

Saraswati también recomendó un mayor compromiso entre los grupos religiosos y los educadores hacia lo que describió como un "movimiento de fe verde".

"Nuestros líderes religiosos y organizaciones religiosas no sólo educan en las escuelas, sino que educan en la comunidad. Necesitamos educar a nuestras comunidades para que vivan sus vidas de un modo acorde a la protección del medio ambiente. La gente se dirige a sus líderes religiosos por su fe, por sus valores, por su ética, por sus prioridades para entender cómo debemos pensar, cómo debemos vivir y la importancia del mundo de la fe, aprovechando ese poder y asegurándonos de que estamos educando adecuadamente a nuestras comunidades sobre cómo vivir de forma sostenible".

El Centro de Diálogo Internacional (KAICIID) y sus principales aliados, la Asociación del Foro Interconfesional del G-20, la Alianza de Civilizaciones de las Naciones Unidas y el Comité Nacional para el Diálogo Interconfesional e Intercultural de Arabia Saudí, están apoyando conjuntamente las consultas con una serie final de recomendaciones a los dirigentes mundiales que asistan a la cumbre del G-20, que se celebrará en línea durante el próximo mes de octubre.