Unos hombres armados han matado al menos a once personas y heridos a otras muchas en dos ataques diferentes sobre mezquitas en Afganistán, según han informado oficiales de seguridad. Al menos ocho personas que practicaban la oración en una mezquita en Charekar, provincia de Parwan, fueron asesinadas mientras rezaban tras romper su ayuno de Ramadán. Más tarde, los pistoleros asesinaron a tres miembros de la misma familia cuando volvían de sus oraciones en la provincia más oriental de Khost. Estos ataques siguen de cerca al asalto sobre una maternidad en Kabul que acabó con la vida de 24 personas. Ningún grupo ha reivindicado ninguno de los ataques.

En respuesta a estos hechos, la Junta Directiva multirreligiosa del Centro Internacional de Diálogo (KAICIID) ha emitido la siguiente declaración:

“La Junta del KAICIID condena sin reservas los últimos ataques efectuados cobardemente sobre inocentes durante sus actos de culto y ofrece sus condolencias más sinceras a los familiares y seres queridos de las víctimas.

En un país que ha sido desgarrado por la violencia, la gente encuentra un refugio particular en la práctica religiosa y no se le debe negar a nadie su derecho a rezar en paz y seguridad. No hay justificación religiosa, social o política para estos asesinatos sobre inocentes en su momento más vulnerable.”

“La llamada a la paz está en el centro de diversas religiones, así como la celebración de esta paz a través de la oración. El ataque a los que practican el culto es una grave violación de ese principio. Hacemos un llamamiento a los líderes religiosos, autoridades locales y responsables políticos para que hagan todo lo que esté en sus manos a la hora de proteger a todos aquellos que quieran vivir su religión en paz.”