El diálogo es un instrumento esencial para el desarrollo sostenible, ya que permite crear confianza y a atender las necesidades de las personas más vulnerables. Con el diálogo, los que trabajan en cooperación, los profesionales del desarrollo y los trabajadores sociales pueden colaborar con las personas necesitadas, construyendo un espacio seguro y abriendo canales en los que puedan comunicar sus necesidades. Esto puede ser especialmente importante para los refugiados, las víctimas de la violencia sexual, las personas que han sufrido traumas o los que tienen necesidades más complejas. En muchas regiones del mundo, los jóvenes son, mayoritariamente, los que ejercen o sufren la violencia, pero también suelen ser los que responden de un modo más activo a las necesidades de la gente que trabaja en el frente. En Asia sudoriental, donde confluyen muchas culturas y religiones, las diferencias culturales suelen provocar fricciones y, a veces, violencia. En colaboración con la Organización Mundial del Movimiento Scout, estamos capacitando a jóvenes cambiadores a través de nuestro programa Diálogo para la Paz.

En el vídeo a continuación puede descubrir más más sobre algunas de sus historias. (Vídeo en inglés).