Alrededor de 300 estudiantes escolares han sido secuestrados por un grupo de hombres armados en la escuela secundaria de ciencias del Gobierno en el estado noroccidental de Katsina (Nigeria), en un acto de indignación que recuerda el secuestro anterior de cientos de colegialas en el dormitorio de su escuela en Chibok, en el estado nororiental de Borno, hace seis años. Aunque hay dudas sobre la participación directa del grupo extremista Boko Haram, en una declaración de su líder se ha reivindicado su responsabilidad, citando, como en anteriores secuestros de esta naturaleza, las objeciones religiosas erróneas que este grupo tiene con respecto a la "educación occidental". En respuesta, la Junta multirreligiosa del Centro Internacional de Diálogo (KAICIID), ha emitido la siguiente declaración:

"La Junta está conmocionada y entristecida al tener conocimiento de otro secuestro masivo de escolares en Nigeria y hace llegar sus profundas condolencias a los padres y seres queridos de los secuestrados.

"Rechazamos todo intento del grupo o grupos responsables de utilizar la religión para justificar sus acciones desalmadas. El acceso a la educación es un derecho humano fundamental, y cualquier acto que perjudique a niños inocentes o los prive de sus derechos debe ser visto como lo que es: inhumano, cruel y criminal".

"Hacemos un llamamiento a las personas de todos los orígenes, religiosos o no, para que trabajen a favor de la reconciliación y el entendimiento mutuo en Nigeria.  Pedimos a los dirigentes religiosos que practiquen el diálogo de manera que se evite que la religión sirva como excusa para llevar a cabo actos tan crueles, y pedimos a las autoridades que trabajen en defensa de la paz y la seguridad de todos los nigerianos".