En un mundo cada vez más fragmentado por los conflictos y las divisiones, los esfuerzos en favor del diálogo, el entendimiento y la paz son más importantes que nunca. Tanto en Europa, como en Oriente Medio y otras regiones del mundo, los conflictos siguen desgarrando el tejido de nuestras sociedades, y plantean retos que trascienden las fronteras y exigen nuestra atención y acción colectivas.
Al navegar por esta nueva realidad global, caracterizada por la interconexión y la interdependencia, debemos reconocer que la paz sostenible no es simplemente un objetivo, sino un proceso continuo que requiere la participación activa de todos los sectores de la sociedad. La complejidad de los conflictos contemporáneos pone de relieve que la paz no puede ser responsabilidad exclusiva de Estados o instituciones individuales. En su lugar, es necesario un enfoque colaborativo, inclusivo y global, que vaya más allá de la gestión de crisis hacia soluciones duraderas basadas en la prevención y el diálogo.
Los Diálogos de Mafra 2025, convocados por el Instituto para la Promoción de América Latina y el Caribe (IPDAL) en colaboración con el Centro de Diálogo Internacional (KAICIID) y el Ayuntamiento de Mafra, fueron un ejemplo de este espíritu de colaboración. A lo largo de dos días, representantes de diversos ámbitos políticos, religiosos y sociales participaron en debates profundos e impactantes destinados a formular estrategias de consolidación de la paz tangibles y sostenibles.
Un resultado significativo fue el reconocimiento del diálogo interreligioso como mecanismo fundamental en la búsqueda de la paz. Los diálogos pusieron de relieve la importancia de establecer y alimentar plataformas seguras e integradoras en las que los líderes religiosos y los responsables políticos puedan participar de forma constructiva. Tales iniciativas son esenciales no sólo para abordar las tensiones existentes, sino también para construir de forma proactiva comunidades resilientes capaces de sortear posibles conflictos.
El compromiso del KAICIID con esta visión quedó patente en los Diálogos de Mafra. A través de asociaciones estratégicas con organizaciones como el Instituto para la Promoción de América Latina y el Caribe (IPDAL), demostramos nuestra continua dedicación a la creación de espacios en los que diversas voces se unen para promover el entendimiento mutuo, la cooperación y la coexistencia pacífica.
Como Secretario General en funciones del KAICIID, en mi discurso hice hincapié en el potencial transformador de las asociaciones multilaterales, destacando que el diálogo no es meramente teórico, sino una herramienta práctica y necesaria para superar las divisiones sociales. Nuestro principio básico es claro: salvando las distancias entre las comunidades religiosas y laicas, pueden alcanzarse soluciones duraderas a los complejos retos actuales.
En última instancia, los Diálogos de Mafra 2025 reforzaron mi firme convicción de que el futuro que buscamos colectivamente -un futuro de paz, justicia y respeto mutuo- sólo puede alcanzarse mediante esfuerzos sostenidos de colaboración. Reafirmó el compromiso del KAICIID con la consolidación de la paz a través del diálogo continuo y subrayó que nuestra responsabilidad compartida por la paz exige una dedicación inquebrantable, una participación activa y una voluntad genuina de escuchar, comprender y salvar las diferencias.