Ante el rápido cambio climático, los líderes religiosos del mundo tienen una voz única y poderosa. El Ministerio de Ecología y Recursos Naturales de Azerbaiyán, en colaboración con aliados clave como el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y la Junta de Musulmanes del Cáucaso, organizó la reciente Cumbre Mundial de Líderes Religiosos bajo el lema «Religiones del Mundo por un Planeta Verde», que se celebró en previsión de la COP29 y culminó con la adopción de la Declaración de Bakú, en la que se designa 2024 como el «Año de la Solidaridad por un Mundo Verde». La Declaración y el llamamiento que la acompañaba hacían hincapié en el papel fundamental que desempeña el diálogo interreligioso e intercultural a la hora de abordar el cambio climático. El Secretario General del KAICIID destacó el potencial transformador del diálogo, y subrayó su capacidad para unir a las partes interesadas laicas y religiosas en la búsqueda de soluciones novedosas a los urgentes problemas medioambientales de hoy en día. El acto reunió a 300 distinguidos participantes, entre ellos líderes religiosos mundiales, representantes de gobiernos extranjeros, altos funcionarios de la ONU, jefes de organizaciones internacionales y destacados religiosos.
Como se señala en la Declaración de Bakú, el KAICIID acoge con satisfacción el énfasis puesto en el fortalecimiento de las relaciones intercivilizatorias e interreligiosas, un empeño que es esencial para su misión. La declaración es un testimonio de la necesidad de establecer asociaciones que trasciendan las fronteras culturales y religiosas. A través de estas asociaciones, el KAICIID ha fomentado con éxito un diálogo interreligioso de gran repercusión sobre la preservación del medio ambiente, uniendo perspectivas laicas y religiosas para promover objetivos colectivos.
Una de las principales contribuciones del KAICIID a este diálogo es su Foro de Diálogo Mundial, una plataforma que reúne a voces religiosas y laicas para entablar debates significativos sobre cuestiones mundiales críticas, incluida la preservación del medio ambiente. El foro ha demostrado ser muy valioso para fomentar el entendimiento, facilitar las asociaciones e inspirar acciones concretas que apoyen la gestión medioambiental y las prácticas sostenibles. Con este espíritu, el KAICIID se ha comprometido a ampliar su trabajo sobre «Ecología Sagrada», un concepto que se alinea profundamente con las obligaciones espirituales que muchas comunidades religiosas sienten hacia la protección del mundo natural.
La contribución del KAICIID a la ecología sagrada consiste en reconocer el profundo valor espiritual de la preservación del medio ambiente. A través de este enfoque, las comunidades religiosas de todas las regiones se movilizan para ver sus iniciativas medioambientales no sólo como responsabilidades sociales, sino también como imperativos espirituales. Por ejemplo, en colaboración con PNUMA-Faith for Earth, el KAICIID apoya programas de capacitación sobre fe, medio ambiente y cambio climático para dotar a los actores religiosos de los recursos necesarios para impulsar la aplicación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU y liderar proyectos de ecología sagrada. Estas iniciativas se basan en una creencia compartida en el carácter sagrado de la vida y en la responsabilidad de proteger todas sus formas.
El KAICIID también colabora con el Instituto de Recursos Mundiales (WRI) en iniciativas para evitar la pérdida y el desperdicio de alimentos, un componente esencial de la seguridad alimentaria. En Ruanda, el KAICIID y el WRI están trabajando para involucrar a los líderes religiosos en los esfuerzos de seguridad alimentaria, con planes para ampliar este modelo en toda la región. Estos esfuerzos se alinean estrechamente con el Plan Estratégico 2024-2027 del KAICIID, que prioriza la sostenibilidad medioambiental junto con la protección de los lugares sagrados.
La premisa de esta corriente de trabajo es que los agentes religiosos y los enfoques basados en la fe pueden realizar una importante contribución a los esfuerzos mundiales para reducir, prevenir y revertir la degradación del medio ambiente y ayudar a mitigar los efectos perjudiciales y potencialmente mortales del cambio climático y la crisis medioambiental, tal y como se describe en los ODS 6, 13, 14 y 15.
En consonancia con el Llamamiento de Bakú, el KAICIID también acoge con satisfacción la propuesta de un Consejo Consultivo Permanente de Líderes Religiosos en el marco de la Conferencia de las Partes en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, reconociendo la necesidad vital de un diálogo continuo y estructurado entre los actores religiosos y laicos para abordar eficazmente el cambio climático. Esto concuerda con el mandato fundacional del KAICIID de abordar los retos contemporáneos de la sociedad, incluida la preservación del medio ambiente y la educación ética y religiosa. Gracias a su dilatada experiencia en la creación de espacios en los que puedan confluir voces religiosas y laicas, el KAICIID sigue cumpliendo su misión y está bien posicionado para apoyar espacios que tengan como objetivo fomentar el entendimiento y la acción sobre cuestiones globales críticas.
Además, el KAICIID se centra en la lucha contra la xenofobia y la discriminación. A través de su asociación con el Foro Saudí de Medios de Comunicación, el KAICIID está aprovechando activamente el papel de los medios de comunicación en la promoción de la tolerancia y el entendimiento por encima de las divisiones culturales y religiosas.
A nivel de base, el Programa de Becas del KAICIID desempeña un papel decisivo en esta misión. Estos becados, líderes en sus comunidades, pueden amplificar los esfuerzos de protección medioambiental del KAICIID promoviendo prácticas sostenibles y principios de ecología sagrada. Con un enfoque en el empoderamiento de las mujeres, los jóvenes y los pueblos indígenas, el trabajo del KAICIID en esta área prestará especial atención a garantizar que todas las voces, especialmente las más afectadas por el cambio climático, formen parte de la conversación.
Dado que la crisis climática sigue exigiendo una acción inmediata e innovadora, el KAICIID se compromete a fomentar el diálogo interreligioso e intercultural, a desarrollar capacidades y a colaborar con socios para proteger nuestro planeta común. A través de plataformas como el Foro de Diálogo Global del KAICIID y de iniciativas basadas en la ecología sagrada, el KAICIID no sólo amplifica el llamamiento a la acción por el clima, sino que también capacita a las comunidades religiosas de todo el mundo para que se conviertan en defensoras de la preservación del medio ambiente y de la responsabilidad social. El KAICIID reafirma su compromiso con estas plataformas de diálogo y aspira a participar en futuras ediciones, especialmente el año que viene, en el que Brasil ocupará la Presidencia; una región en la que el KAICIID lanzó sus expansiones programáticas y está en proceso de desarrollar una estrategia regional.