El 19 de julio de 2024, el Hotel Kempinski de Accra (Ghana) se convirtió en el centro de una iniciativa vital para salvaguardar la democracia en África Occidental. Al margen de las celebraciones de la ECOSOCC @20 de la Unión Africana (UA), tuvo lugar una sesión de trabajo. El objetivo de ésta era compartir experiencias acerca de la participación de la sociedad civil de África Occidental en la prevención y respuesta a los cambios inconstitucionales de gobierno en la región: Pasar de las recomendaciones a las medidas de aplicación para consolidar la democracia en los Estados miembros de la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (CEDEAO).
Organizada por el consorcio del Programa Regional de Diálogo Ciudadano (RCDP), la sesión de intercambio de experiencias reunió a un grupo diverso de partes interesadas -líderes de la sociedad civil, socios internacionales de la región de África Occidental y más allá- marcando un paso esencial en la transformación de recomendaciones reflexivas en acciones tangibles. La sesión marcó un momento significativo de la reflexión de los participantes sobre los esfuerzos que se están realizando en la lucha contra la inestabilidad política y los cambios inconstitucionales de poder.
Los debates se enriquecieron con las experiencias y los estudios de casos sobre la promoción del orden constitucional y la legitimidad del Estado en África Occidental de la Red de Solidaridad con la Democracia de África Occidental (WADEMOS) y la ONG Open, con sede en Malí, centrándose especialmente en los países en transición política del Sahel, los que han celebrado o están a punto de celebrar elecciones nacionales y los que están inmersos en procesos nacionales de revisión constitucional.
Varios oradores de la sesión subrayaron que el papel de la sociedad civil es crucial para prevenir las UCG. A través de la plataforma RCDP, se puede llevar a cabo un seguimiento constante de las incidencias relacionadas con las UCG y presentar informes al respecto. Se pueden realizar acciones y recomendaciones conjuntas para reforzar los esfuerzos regionales y nacionales. Organizar diálogos y foros regionales para debatir sobre las violaciones de los derechos humanos, implicar a los jóvenes, a la diáspora y a los grupos marginados, y proporcionar plataformas para la rendición de cuentas son acciones fundamentales que deben emprenderse en nuestros esfuerzos por prevenir las violaciones de los derechos humanos. Además, las campañas de defensa y sensibilización son esenciales para promover transiciones de poder pacíficas y democráticas. A través de la plataforma, se destacaron como estrategias esenciales la creación de redes sólidas para compartir buenas prácticas, la colaboración con grupos religiosos y medios de comunicación para amplificar los mensajes, y la participación de la diáspora para movilizar el apoyo internacional a los procesos democráticos.
Reforzar el sistema judicial y el orden constitucional
Los debates han puesto de relieve la importancia de los procesos nacionales de revisión constitucional exhaustivos que garanticen que las constituciones consagran principios democráticos como la separación de poderes, los controles y equilibrios, y la limitación de los mandatos presidenciales. La formación de marcos normativos debe incluir amplias consultas públicas para reflejar la voluntad colectiva del pueblo. También se consideró crucial la independencia del poder judicial. Las recomendaciones incluían nombrar a los jueces en función de sus méritos y no de su afiliación política, garantizar una financiación adecuada del poder judicial y proteger a los jueces de la intimidación y el acoso. Estas medidas son esenciales para mantener el Estado de derecho y evitar la manipulación judicial por parte de las élites políticas.
Abordar las causas más profundas
En la sesión se reconoció la necesidad de abordar las causas profundas de la inestabilidad política para prevenir eficazmente las causas profundas de la violencia de género. El desarrollo económico inclusivo se identificó como una estrategia crítica. La diversificación de las economías para reducir la dependencia de los recursos naturales, la priorización de las inversiones en educación, sanidad y programas de bienestar social, y la promoción de un crecimiento integrador se destacaron como pasos esenciales hacia la estabilidad económica y la cohesión social.
La necesidad de abordar las desigualdades sociales y las tensiones étnicas es crucial, y las propuestas incluyeron programas de diálogo y reconciliación para fomentar debates abiertos e inclusivos entre los diferentes grupos étnicos y sociales. Apoyar iniciativas que promuevan la cohesión social y aborden los agravios históricos ayudaría a fomentar una identidad nacional que trascienda las divisiones étnicas y regionales.
Acciones a nivel regional y continental
Más allá de las medidas nacionales, la sesión hizo hincapié en la importancia de los esfuerzos regionales y continentales para prevenir las UCG. El desarrollo y la aplicación de sistemas de alerta temprana para identificar los posibles desencadenantes de las UCG fue una recomendación clave, centrándose en vincularlos a los mecanismos existentes aplicados a escala nacional y regional, como el Sistema Continental de Alerta Temprana, entre otros. Un seguimiento periódico de la evolución política, de los primeros signos de tensión política y de las tendencias económicas y sociales permitiría intervenir a tiempo.
También se debatió la capacidad del Consejo de Paz y Seguridad de la Unión Africana (UA) para responder con rapidez a las UCG. Se propusieron como medidas necesarias para reforzar la estabilidad regional la dotación de recursos suficientes para los equipos de mediación y las misiones de mantenimiento de la paz, el desarrollo de directrices claras para la intervención de la UA y el fortalecimiento de las capacidades de prevención de conflictos y mediación de la UA.
La mediación y el apoyo a la resolución de conflictos se destacaron como elementos cruciales. El despliegue de mediadores experimentados para facilitar el diálogo entre las partes en conflicto, la oferta de asistencia técnica para las estrategias nacionales de consolidación de la paz y el apoyo a las organizaciones regionales de consolidación de la paz mejorarían la capacidad de la región para gestionar y resolver crisis políticas.Implicación de los socios estratégicos
Los socios estratégicos desempeñan un papel crucial a la hora de apoyar los esfuerzos de la región para prevenir las UCG. En la sesión se hizo un llamamiento al uso de la presión diplomática para disuadir a los Estados miembros de llevar a cabo acciones inconstitucionales. Se recomendaron como medidas eficaces la emisión de declaraciones públicas contundentes, la imposición de sanciones selectivas y la suspensión de la cooperación militar o de los programas de ayuda con los gobiernos que cometan UCG.
También se debatió el apoyo a las iniciativas e instituciones regionales que promueven la democracia y la buena gobernanza. La prestación de asistencia financiera y técnica a organismos como la CEDEAO, el apoyo a la labor de AU-ECOSOCC y la colaboración con los líderes regionales para desarrollar un enfoque colectivo que impida las UCG se consideraron medidas vitales.
Otra recomendación clave fue vincular la ayuda al desarrollo a las reformas democráticas y al respeto de los derechos humanos. Se destacaron como estrategias cruciales condicionar los programas de ayuda al progreso en áreas como las reformas electorales, las medidas anticorrupción y la protección de los derechos humanos, y garantizar que la ayuda al desarrollo refuerza las instituciones democráticas y las organizaciones de la sociedad civil.
Implicación de los aliados estratégicos
Los socios estratégicos desempeñan un papel crucial a la hora de apoyar los esfuerzos de la región para prevenir las UCG. En la sesión se hizo un llamamiento al uso de la presión diplomática para disuadir a los Estados miembros de llevar a cabo acciones inconstitucionales. Se recomendaron como medidas eficaces la emisión de declaraciones públicas contundentes, la imposición de sanciones selectivas y la suspensión de la cooperación militar o de los programas de ayuda con los gobiernos que cometan UCG.
También se debatió el apoyo a las iniciativas e instituciones regionales que promueven la democracia y la buena gobernanza. La prestación de asistencia financiera y técnica a organismos como la CEDEAO, el apoyo a la labor de AU-ECOSOCC y la colaboración con los líderes regionales para desarrollar un enfoque colectivo que impida las UCG se consideraron medidas vitales.
Otra recomendación clave fue vincular la ayuda al desarrollo a las reformas democráticas y al respeto de los derechos humanos. Se destacaron como estrategias cruciales condicionar los programas de ayuda al progreso en áreas como las reformas electorales, las medidas anticorrupción y la protección de los derechos humanos, y garantizar que la ayuda al desarrollo refuerza las instituciones democráticas y las organizaciones de la sociedad civil.
Seguir avanzando
La sesión de intercambio de experiencias concluyó con el compromiso colectivo de celebrar nuevas consultas con las principales partes interesadas para perfeccionar y aplicar las medidas de seguimiento, incluida la búsqueda de apoyo para la promoción, las campañas en los medios de comunicación, la supervisión y la presentación de informes sobre los procesos nacionales de revisión constitucional en curso en Gambia, Guinea y Sierra Leona. También se recomendó intensificar la participación de la sociedad civil en los países que se preparan para celebrar elecciones nacionales, como Ghana y Guinea-Bissau. A nivel regional, los socios del RCDP deberían ponerse en contacto con la Comisión de la CEDEAO para complementar los esfuerzos de la Comisión en el actual proceso de revisión final del Protocolo Suplementario de la CEDEAO de 2001 sobre Democracia y Buena Gobernanza y para ayudar, cuando sea necesario, en la preparación y planificación de la Cumbre Especial de Jefes de Estado y de Gobierno propuesta sobre el «Futuro de la Integración Regional en África Occidental, teniendo en cuenta el Estado de la Gobernanza, la Paz y la Seguridad, y el Proyecto de Integración Regional». Al final de la sesión, los participantes expresaron su voluntad y compromiso de estar al lado de los ciudadanos de los estados del Sahel y propusieron la organización de una serie de compromisos consultivos y conferencias sobre la actual situación de paz, seguridad y humanitaria en Burkina Faso, Mali y Níger, con el objetivo principal de movilizar el apoyo solidario regional para nuestros «hermanos y hermanas» en estos estados miembros. La sociedad civil de la región está dispuesta a participar en misiones de apoyo a la mediación si se le solicita.
El acto supuso un importante paso adelante en el camino que va de las recomendaciones a las medidas prácticas, con el objetivo de fomentar un África Occidental estable y democrática. El camino que queda por recorrer es difícil, pero con esfuerzos unificados y una hoja de ruta clara, la visión de una región libre de cambios inconstitucionales de gobierno está al alcance de la mano.
Acerca de la Iniciativa Regional para África Occidental
La iniciativa Regional para África Occidental (RCDP, por sus siglas en inglés), lanzada en febrero de 2024, está diseñada para movilizar y coordinar los esfuerzos de la sociedad civil hacia la prevención y mitigación de las violaciones graves de los derechos humanos en África Occidental, en línea con las decisiones y recomendaciones de la Declaración de Accra de la UA sobre las violaciones graves de los derechos humanos en África (marzo de 2022), la Declaración de Malabo sobre el terrorismo y las violaciones graves de los derechos humanos en África, el informe APRM sobre las violaciones graves de los derechos humanos y el Primer Foro de Diálogo Ciudadano ECOSOCC de la UA sobre las violaciones graves de los derechos humanos en África.