El 4 de febrero, Día Internacional de la Fraternidad Humana, tuvo lugar en el corazón de Oporto un acontecimiento histórico que reunió a 150 participantes en una clara demostración de diálogo y unidad interconfesionales. El acto, titulado "Puentes de fe", fue un hito que trascendió las fronteras religiosas. Organizado por MEERU | Abrir Caminho (Portugal) y el Observatorio Blanquerna de Medios de Comunicación, Religión y Culturas (España), con el apoyo del Centro de Diálogo Internacional - KAICIID, a través de su Red para el Diálogo, el acto "Puentes de Fe" reunió a líderes y comunidades de las confesiones abrahámicas en una celebración de valores compartidos y respeto mutuo.
Tres renombrados líderes religiosos asistieron a este encuentro, entre ellos Khalid Sacoor D. Jamal, reputado icono de la comunidad islámica de Lisboa; Rui Santiago, sacerdote católico portugués y misionero redentorista; y Yoel Zekri, rabino de la comunidad judía de Oporto. Su conversación, moderada por el prestigioso periodista portugués José António Pereira, ahondó en sus historias personales, preocupaciones compartidas y esperanzas colectivas para el futuro.
Los participantes asistieron a debates que invitaban a la reflexión y que trascendían las dimensiones teológicas, al tiempo que abordaban los acuciantes problemas del fundamentalismo religioso, el conflicto palestino-israelí y el potencial del monoteísmo para fomentar un sentimiento universal de fraternidad y paz. Cada uno de los ponentes aportó una perspectiva única, haciendo hincapié en la importancia del conocimiento profundo de uno mismo, el respeto mutuo y el entendimiento entre las distintas tradiciones religiosas.
Rui Santiago lamentó las oportunidades perdidas de hacer hincapié en los aspectos unificadores del monoteísmo, mientras que Khalid Jamal subrayó la necesidad de un enfoque humanista para resolver los conflictos. Yoel Zekri compartió conmovedoras anécdotas que subrayaban el valor de la unidad y el respeto entre las distintas religiones, ilustrando cómo estos principios son esenciales para un diálogo interreligioso significativo.
Al reflexionar sobre la esencia del diálogo entre las tres religiones abrahámicas, Yoel Zekri compartió una conmovedora anécdota de su infancia, subrayando la búsqueda universal de la verdad y la virtud de la unidad. Cuando era niño, le planteé una pregunta a mi maestro, movido por el ferviente deseo de comprender la verdad entre nuestros diversos paisajes religiosos", dijo Yoel. Tenía curiosidad por saber, entre cristianos, musulmanes y judíos, cuál era el camino correcto. Mi mente juvenil pensaba: si uno es el correcto, ése es el camino que debo seguir". Contó que su maestra no le dio una respuesta directa, sino que le propuso una parábola que le impresionó para siempre. Habló de un padre con tres hijos, cada uno de los cuales destacaba en diferentes tareas, y todos creían que eran los que más alegría daban a su padre. Sin embargo, en los últimos momentos de su vida, el padre reveló que la verdadera felicidad no provenía de sus logros individuales, sino de su unidad y su presencia juntos". La voz de Yoel tenía un peso de sabiduría cuando concluyó: "Esta historia refleja nuestra realidad compartida en las tradiciones monoteístas. Es un recordatorio profundo de que nuestro Creador no valora las minucias que a menudo nos dividen, sino nuestra capacidad de entablar un diálogo respetuoso y de apreciar nuestro vínculo colectivo".
Al facilitar y apoyar este tipo de actos, el KAICIID subraya su dedicación a fomentar entornos en los que las comunidades religiosas y culturales puedan entablar un diálogo, mejorar el entendimiento y colaborar en pro de un mundo más pacífico e integrador. Este acto, que refleja a la perfección la misión del KAICIID y se ha llevado a cabo a través del programa de microdonaciones de la Red para el Diálogo para proyectos de colaboración en toda Europa, puso de manifiesto el potencial del diálogo interreligioso para crear espacios de armonía y entendimiento. No fue sólo un debate, sino una vibrante celebración de la fraternidad humana, marcada por una atmósfera de apertura, respeto y sinceridad.