La Red para el Diálogo, financiada por el KAICIID, presenta hoy una serie de recomendaciones destinadas a contrarrestar los complejos retos que plantea la migración en Europa, una iniciativa de ámbito europeo que pretende unir a las organizaciones religiosas y laicas, a los líderes religiosos y a los académicos para reforzar los enfoques dialógicos de la integración de los refugiados y los migrantes.
A partir de las aportaciones, los consejos y las experiencias de los expertos y las partes interesadas de base, los informes de políticas ofrecen recomendaciones para abordar los amplios problemas sociales a los que se enfrentan las comunidades de inmigrantes y refugiados de Europa en tres ámbitos: la educación, la creación de confianza y la necesidad de remodelar las narrativas de la migración a través del diálogo interreligioso e intercultural.
Los informes de políticas se presentan como un recurso para facilitar el compromiso con los líderes políticos que trabajan en la inclusión social de los refugiados y los migrantes. También servirán de contexto para las deliberaciones del próximo Tercer Foro de Diálogo Político Europeo (EPDF, por sus siglas en inglés) sobre Refugiados y Migrantes.
El EPDF es una reunión anual de las principales partes interesadas que trabajan en la inclusión social de los refugiados y los migrantes en Europa. Reúne a una variada selección de participantes en debates interactivos, tendiendo puentes entre quienes tienen puntos de vista diferentes y encontrando un terreno común para el avance de las causas relacionadas con la migración y el asentamiento de personas vulnerables.
Los informes de políticas de la Red para el Diálogo -resumidos a continuación- se han extraído de los resultados del 2º EPDF, que trató sobre cómo el diálogo puede contribuir a la cohesión social y la inclusión social de los grupos de inmigrantes y refugiados de Europa.
El aumento de la migración ha provocado un incremento de la diversidad religiosa y cultural en las aulas europeas, lo que plantea retos, según el informe, así como oportunidades para compartir los méritos del multiculturalismo con las mentes en desarrollo.
Cada vez se reconoce más la importancia que tienen las escuelas, los sistemas educativos y los profesores para superar los obstáculos a la inclusión social, así como para avanzar en las perspectivas socioeconómicas de las comunidades de refugiados y migrantes, prosigue el informe.
“Muy a menudo, la diversidad no se ve como un elemento positivo, sino más bien como una amenaza", afirma Johannes Langer, director del programa de la región europea de KAICIID. "Si los profesores reciben la formación y están preparados para abordar la diversidad, existe la posibilidad de apreciar el multiculturalismo en el aula mucho más de lo que ocurre actualmente.”
Es importante que los educadores europeos estén mejor informados sobre los principios y competencias del diálogo intercultural e interreligioso, para que puedan integrar estas enseñanzas en los programas escolares, dice el informe. Esto motivará a los estudiantes a conocer a personas de diferentes orígenes y tradiciones religiosas, contrarrestando los estereotipos y enriqueciendo las relaciones con compañeros de diversas etnias.
También es importante que los retos únicos a los que se enfrentan los alumnos inmigrantes y refugiados reciban un apoyo específico, y que se haga más para dotar a los profesores de las habilidades necesarias para ayudar a los estudiantes de diversos orígenes socioeconómicos, culturales, religiosos, étnicos y lingüísticos. Fomentar una mayor diversidad en la profesión docente también debería ser una prioridad, según el informe. También es deseable un mayor compromiso con las familias de refugiados y migrantes, así como con las organizaciones de la sociedad civil dirigidas por migrantes o refugiados.
Entre las recomendaciones específicas se encuentran la creación de programas de formación rápida para profesores de origen refugiado/migrante, la integración de la educación para el diálogo intercultural e interreligioso en el plan de estudios y la provisión de habilidades de diálogo interreligioso e intercultural para los profesores.
La falta de cohesión social derivada de la migración suele tener su origen en la desconfianza, según el informe político. Esta desconfianza puede tener su origen en una comprensión limitada y distorsionada del "otro", así como en la falta de apreciación o conocimiento de las experiencias de los refugiados y los inmigrantes por parte de las autoridades públicas. La escasez de interacciones positivas con personas de diferentes orígenes y la escasa representación de las comunidades de refugiados y migrantes en la elaboración de políticas también pueden contribuir.
Para contribuir al proceso de creación de confianza, hay que ayudar a las comunidades locales a reconocer las contribuciones positivas de los refugiados y los migrantes a sus países de acogida, afirma el informe. Por ello, los responsables políticos locales deberían poner en marcha campañas de divulgación comunitaria que ilustren la historia humana que hay detrás de la migración, y desarrollar plataformas y mecanismos que compartan prácticas prometedoras y hagan más visibles los logros de las organizaciones dirigidas por refugiados y migrantes.
Los funcionarios públicos deberían recibir educación formal sobre el diálogo intercultural e interreligioso, con aportaciones de refugiados, migrantes y/o actores religiosos de la comunidad. Asimismo, deberían crearse organismos interreligiosos que ayuden a diseñar el proceso de creación de confianza, y debería fomentarse la participación de los grupos de base de refugiados y migrantes en la elaboración de políticas públicas.
“Hay una ausencia de espacio para las interacciones positivas, y una exclusión de los refugiados y los migrantes de los procesos de toma de decisiones clave", afirma la Dra. Aleksandra Djurić Milovanović, coordinadora del proyecto Red para el Diálogo. "Recomendamos la realización de campañas para que la comunidad de acogida pueda ayudar a rehumanizar a los refugiados y a los migrantes.”
El informe afirma que el "debate sobre la migración" en Europa puede ser enconado, ya que el discurso público en torno a los refugiados y los migrantes suele estar marcado por el populismo político. A pesar de los admirables esfuerzos realizados para abordar esta cuestión, persiste una narrativa negativa en toda Europa, que conduce a la marginación de grupos de refugiados y migrantes ya vulnerables.
“Muchas narrativas en torno a la migración se han "segurizado". Esto significa que todo lo que rodea a la migración se ve a través de la lente de la seguridad, es decir, como una amenaza", dice Langer. "Otro problema es que cuando la religión entra en juego, a menudo se vincula y se confunde con el Islam."
Para abordar esta cuestión, los responsables políticos, las redes religiosas y de la sociedad civil, las organizaciones de defensa, los académicos y los grupos de refugiados y migrantes deben unirse. Una prioridad clave es pasar de un enfoque legalista basado en los derechos para la protección de los refugiados y los migrantes, a un enfoque basado en valores teológicos, como la dignidad humana inherente y la fraternidad humana, sugiere el informe. En este empeño, es fundamental fomentar la autorrepresentación de los refugiados y los inmigrantes en los medios de comunicación y en los organismos de formulación de políticas.
Esto puede lograrse con becas para los medios de comunicación y apoyo a los refugiados y migrantes para crear plataformas mediáticas independientes. La representación puede fomentarse reservando un espacio para las diversas comunidades en el proceso legislativo local, y celebrando consultas frecuentes en espacios inclusivos.
Para descargar los informes, haz clic aquí.