El éxito de la integración de los inmigrantes y refugiados es esencial para el futuro bienestar, la cohesión social y la prosperidad de las sociedades en Europa y en todo el mundo.
¿Cuál es el impacto de unas políticas fuertes contra la discriminación en las actitudes, la confianza y la concienciación del público? ¿En qué medida responde la política educativa de un país determinado a las necesidades de los alumnos de origen inmigrante? ¿Cómo se compara la política de ciudadanía de un país con la de otro y cómo pueden afectar algunas políticas al sentimiento de pertenencia y confianza de un inmigrante?
El "Índice de Política de Integración de la Migración" (MIPEX, por sus siglas en inglés) es una referencia mundial para abordar estas cuestiones. Elaborado por el Grupo de Política Migratoria (MPG, también por sus siglas en inglés), con sede en Bruselas, es una herramienta exhaustiva que analiza en qué medida las políticas aplicadas por los gobiernos apoyan o dificultan a los recién llegados cuando se asientan en las nuevas sociedades.
Utilizado por los responsables políticos, la sociedad civil, los periodistas y el mundo académico, el MIPEX examina actualmente 8 ámbitos políticos en campos como la salud, el mercado laboral o la educación, en más de 50 países de todo el mundo.
“Cuando el MIPEX comenzó en 2004, era un proyecto piloto. Nuestra idea inicial era hacer un seguimiento de la evolución de las distintas políticas de integración y su efecto dentro de la Unión Europea", afirma el Dr. Giacomo Solano, Jefe de Investigación del MPG. La primera edición del índice se centró por completo en la "UE-15.
“Durante bastante tiempo, nuestro foco de trabajo se centró en la UE. Sin embargo, nuestra intención es hacer posible la comparación entre distintos países, teniendo en cuenta su nivel de desarrollo y otros parámetros. Las diferencias entre una región y otra nos llevaron a ampliar nuestro ámbito de análisis y a globalizarlo", afirma Solano.
El MIPEX no tardó en incorporar al índice a Canadá, Nueva Zelanda y Australia, tradicionales países de inmigración fuera de Europa. En su última edición (2020), también se analizaron países del "Sur global", como India, Indonesia, China y varios países latinoamericanos.
"Enseguida nos dimos cuenta de que existe una relación positiva entre unas políticas de integración sólidas y los resultados de la integración", subraya el Dr. Solano. Cuanto más alta es la puntuación MIPEX de un país, mayor es el apoyo público a los inmigrantes y menos pronunciadas son las actitudes antiinmigrantes, según los resultados.
Las políticas de integración han surgido como uno de los factores clave en la configuración de la disposición del público a aceptar e interactuar con los inmigrantes. Se han realizado 23 estudios con el MIPEX que relacionan las políticas de integración con las actitudes de los ciudadanos. Estos estudios se basaron en encuestas que incluían a 800.000 personas en toda Europa. Todos los resultados mostraron que las políticas de integración de un país están fuertemente interconectadas con las actitudes e identidades públicas.
“La integración funciona en ambos sentidos. Es un 'proceso bidireccional'. Los inmigrantes de los países que se caracterizan por sus políticas favorables se sienten más felices y aceptados. Desarrollan un sentimiento de pertenencia y sienten que tienen oportunidades reales de participar en la sociedad. Al mismo tiempo, la población nativa de ese país está más dispuesta a desarrollar una opinión positiva sobre la migración y los inmigrantes", señala Solano.
“Vemos que los refugiados, los solicitantes de asilo y los inmigrantes sin papeles se suelen enfrentar a obstáculos en cuanto al acceso a los servicios sanitarios, y a veces no tienen derecho a ellos. Sin embargo, esta crisis puede tener un impacto positivo, ya que los gobiernos están poniendo ahora esfuerzos adicionales en la mejora de las políticas sanitarias como resultado de la pandemia", añade Solano.
Si bien la integración y la inclusión eran cuestiones importantes para los responsables políticos antes de 2020, los informes muestran que han aumentado su importancia desde que la pandemia del COVID-19 se ha instalado. La pandemia ha exacerbado y puesto de manifiesto las grandes desigualdades y los obstáculos a los que se enfrentan los refugiados y los migrantes. Los migrantes luchan contra las barreras de los servicios de salud pública y corren un mayor riesgo de contraer el virus. A menudo viven en alojamientos inadecuados y sólo pueden encontrar trabajos irregulares.
Las políticas educativas desempeñan un papel especialmente poderoso en el fomento de la cohesión, subraya Solano. Sostiene que la educación es una vía clave para la movilidad intergeneracional, refiriéndose al cambio de estatus social de los miembros de la familia que se produce de una generación a otra, argumenta.
El origen socioeconómico de los padres sigue siendo uno de los factores más importantes para predecir el éxito escolar, tanto para los inmigrantes como para los no inmigrantes. Sin embargo, a pesar de su importancia, la educación sigue siendo el segmento político más débil no sólo en Europa, sino en todo el mundo, según ha demostrado la investigación.
“Las políticas educativas sólidas deben pensarse como una inversión a largo plazo. Al fomentar las políticas educativas para los inmigrantes, no sólo se ayuda a lo que llamamos 'primera generación de inmigrantes', sino también a la generación que viene después", explica Solano. "Unas políticas educativas sólidas ayudan a los alumnos inmigrantes a alcanzar un mayor nivel educativo, incluso un título universitario, aunque sus padres nunca hayan completado la educación secundaria", añade.
Junto a otros expertos, Solano señala que las políticas en materia de migración e integración están muy politizadas. En Europa, el populismo de extrema derecha está sembrando el miedo y la desconfianza, y los inmigrantes y las minorías étnicas suelen ser presentados como forasteros y amenazas.
“A veces se argumenta que la mejora de las políticas de integración significa que una sociedad se volverá menos acogedora para los inmigrantes por temores económicos, por ejemplo. Basándonos en nuestros datos, no podemos confirmarlo en absoluto. Es más bien al revés", afirma Solano.
Thomas Huddleston, analista de políticas del MPG, está de acuerdo y citó las políticas educativas como ejemplo en un reciente seminario web organizado por el KAICIID: "La educación no sólo se produce a través de nuestro sistema educativo. También se da a través de la sociedad y el debate público. Por eso son tan importantes las políticas nacionales. Las políticas gubernamentales envían un mensaje muy claro al público sobre cómo deben comportarse con los inmigrantes. También envían un mensaje a la población inmigrante".
Aunque el MIPEX sólo abarca a los gobiernos, Solano destaca la importancia de las instituciones de la sociedad civil y sus esfuerzos por integrar a los migrantes y refugiados. "Las organizaciones civiles desempeñan un papel fundamental en el apoyo al Estado para fomentar la inclusión social de los migrantes y refugiados y protegerlos", afirma, y cita como ejemplo los programas de patrocinio comunitario.
“En Italia, Francia y Bélgica, la Comunidad de Sant'Egidio y otras organizaciones, crearon corredores humanitarios para los refugiados en cooperación con los gobiernos nacionales. A través de estos corredores, se protege a los refugiados de los traficantes de personas y se posibilita su entrada legal en la UE mediante visados humanitarios", afirma.
Estos "programas de patrocinio comunitario" no son sólo una herramienta para la admisión segura de refugiados, sino que también pueden ser vitales para la integración. Las organizaciones confesionales desempeñan un importante papel de acogida y apoyo a su llegada, explica.
“En Génova, de donde soy originario, hay inmigrantes de Perú y Ecuador. Son católicos y la religión suele desempeñar un papel importante en sus vidas. Vemos que el aspecto religioso es importante para su integración. A menudo son las organizaciones religiosas las que establecen los primeros vínculos y les dan una cálida acogida", concluye Solano.