Swami Agnivesh, activista incansable siempre en favor de los pobres y los marginados, y antiguo miembro de la Junta Directiva del Centro de Diálogo Internacional (KAICIID), ha fallecido a los 80 años de edad tras sucumbir a una enfermedad.
Swami Agnivesh, que abogó por los derechos de la mujer y contra cuestiones como el trabajo en condiciones de esclavitud, el feticidio femenino y el tratamiento de los llamados "intocables" en su India natal, fue un apasionado defensor del diálogo interreligioso, señalando siempre las líneas comunes existentes entre las distintas tradiciones religiosas que defienden la dignidad fundamental de todos los seres humanos y la necesidad primordial de la igualdad de derechos.
Faisal bin Muaammar, Secretario General del KAICIID, lamentó la pérdida de "un querido amigo y defensor del diálogo":
"Estoy profundamente entristecido por el fallecimiento del Swami Agnivesh, con quien trabajé durante años promoviendo el diálogo interreligioso y la paz mundial. Se le echará de menos, pero todo lo que hemos aprendido de su viaje permanecerá con nosotros mientras continuamos nuestra misión", dijo bin Muaammar.
A lo largo de una vida marcada por una profunda espiritualidad, así como el activismo social y político, Swami Agnivesh fue Presidente Emérito del Consejo Mundial de Arya Samaj, Presidente del Frente de Liberación del Trabajo Forzado y Fundador y Coordinador del Parlamento de Todas las Religiones. Además, recibió el premio Right Livelihood, conocido como el Nobel Alternativo, en 2004, por su trabajo en temas de justicia social. Nacido en el seno de una familia hindú ortodoxa, posteriormente obtuvo los títulos de Derecho y Administración de Empresas, dio conferencias en Calcuta y ejerció la abogacía.
Comenzó su alianza con el reformista hindú Arya Samaj en 1968, antes de renunciar a las posesiones mundanas y convertirse en Swami Agnivesh. Fue Presidente del Fondo Fiduciario de Contribuciones Voluntarias de las Naciones Unidas para luchar contra las formas contemporáneas de la esclavitud de 1994 a 2004.
Swami Agnivesh estaba comprometido con el diálogo como un principio vivo y era conocido entre quienes vivían y trabajaban con él por su dinamismo en la búsqueda de oportunidades para hablar con, y en nombre de, aquellos que son diferentes, excluidos o marginados por la sociedad. Su vida y su trabajo fueron la encarnación del antiguo proverbio sánscrito, "Vasudhaiva Kutumbakam", "el mundo es una familia".
Como miembro de la primera Junta Directiva del KAICIID, Swami Agnivesh fue pionero en esta institución única. En las reuniones de la Junta, demostró ser un poderoso defensor de la atención continua a las bases, a los marginados y desposeídos, a las mujeres, a los jóvenes y a las comunidades indígenas de todo el mundo.