Las iglesias, mezquitas y centros comunitarios se han convertido en espacios esenciales en los que las organizaciones interreligiosas de todo el Reino Unido pueden contrarrestar los efectos devastadores de los delitos con arma blanca.
En los últimos nueve años, los delitos con arma blanca en Inglaterra y Gales han alcanzado niveles récord. Estos delitos aumentaron en un 7% en el periodo que termina en junio de 2019, según las cifras de la Oficina de Estadísticas Nacionales (ONS). Si bien el panorama es dispar -con una disminución del número de homicidios vinculados a los delitos con cuchillo-, el número de delitos con cuchillo u otro objeto punzante pasó de 41.000 a más de 44.000.
"El impacto de los delitos con arma blanca es devastador, tenemos jóvenes que mueren y jóvenes que resultan heridos", dice el Imán Sheikh Mohammad Ismail, capellán musulmán de la Universidad de Sheffield (Reino Unido) y asesor en materia de protección de la comunidad, así como miembro del Consejo de Liderazgo Judío Musulmán apoyado por el KAICIID. "Es muy triste ver a los adolescentes (involucrados) y es devastador para las familias. Esto supone un impacto terrible para la comunidad".
En la comunidad local del Imán Ismail de Sheffield, South Yorkshire, los crímenes con arma blanca casi se han duplicado en los últimos nueve años. En 2018, la escala de los delitos violentos aumentó más rápidamente en la región de Sheffield que en cualquier otro lugar, con un incremento del 57 por ciento desde 2016, tres veces la media nacional. Los traumas ocasionados por los ataques con arma blanca dejan cicatrices en comunidades de todos los estratos económicos y religiosos en el Reino Unido.
El imán Ismail afirma que esto ha sentado las bases para una respuesta interreligiosa, como un grupo de madres de Sheffield de diferentes grupos religiosos que se han unido para analizar las razones fundamentales de los delitos con armas blancas. El grupo, Mums United, tiene como objetivo evitar que los adolescentes y los jóvenes en riesgo se involucren en pandillas violentas y tengan un comportamiento antisocial.
Las madres se reúnen regularmente en la mezquita Makki de Sheffield para impartir seminarios de educación y otras actividades en las que se estudia el comportamiento de las pandillas y las consecuencias de pertenecer a ellas. También organizan charlas, marchas por la paz y eventos deportivos para comprometerse con los padres y los niños afectados por los delitos con arma blanca.
"Los críemenes con arma blanca está muy presentes entre nosotros", dice el Imán Ismail. "A veces involucra a las pandillas, a veces involucra a los traficantes de drogas y a los grupos organizados. Lo que hemos hecho es concienciar a través de las mezquitas e iglesias pidiendo a los imanes y sacerdotes que debatan sobre este tema".
Para el Imán Ismail, el proyecto Mums United habla de cómo los grupos religiosos pueden trabajar en estrecha colaboración para abordar algunos de los problemas sociales más devastadores. Su colaboración con la Mezquita Makki supone también la primera ocasión en la que una organización musulmana de oración de Yorkshire se ha unido a una campaña para hacer frente a los delitos con arma blanca, una asociación que, según el imán Ismail, es muy importante para concienciar a la comunidad.
"Estos crímenes también tienen un problema ético y moral", señala. "La fe puede desempeñar un papel muy importante en esto recordando a la gente su responsabilidad ética y recordándoles que es inmoral venderles drogas e ilegal. Creo que ese mensaje está llegando a la comunidad... La violencia asociada a los delitos con arma blanca se refleja en su comportamiento social".
El tema de los crímenes con arma blanca es también bastante grave en Londres. A principios de este año, la ONS señaló que se registraron 15.080 delitos de arma blanca durante los 12 meses hasta el final de septiembre pasado. El alcalde de Londres, Sadiq Khan, ha destacado el vínculo entre la pobreza en la capital y el aumento de la violencia juvenil.
Como parte de su formación de un año a través del Programa de Becados Internacionales del KAICIID, Waheedullah Massoud y Johnson Amansunu presentaron una iniciativa que tiene como objetivo la prevención de los delitos con arma blanca en Londres.
"Cuando me involucré con el KAICIID me di cuenta de que podemos ayudar en nuestras comunidades con cualquier problema de los que son más frecuentes. En Londres, concluimos que el crimen con arma blanca es algo en lo que podemos centrarnos", comenta Massoud.
La pareja organizó un evento de medio día en Surrey, el verano pasado, que se centró en el papel que tienen los grupos religiosos a la hora de tratar los problemas de la delincuencia con armas blancas y la violencia juvenil en Londres.
Financiado a través de una micro-subvención del KAIICID, al taller asistieron académicos y líderes de grupos religiosos, así como jóvenes víctimas y perpetradores de crímenes y violencia con arma blanca. Entre los invitados que asistieron se encontraban el Reverendo Nims Obunge, Pastor Principal de la Iglesia del Arca de la Libertad y fundador y director general de la Alianza para la Paz, y el Profesor Saleem Asghar Kidwai, Secretario General del Consejo Musulmán de Gales.
"Teníamos padres de víctimas de crímenes con arma blanca, y teníamos padres de perpetradores de crímenes con arma blanca. Hubo mucho arrepentimiento, hubo mucha aceptación, hubo lágrimas", cuenta Massoud.
Amansunu dice que el taller era un primer paso importante hacia el compromiso interreligioso y que varios dirigentes religiosos le habían dicho que tenían previsto sensibilizar sobre la cuestión durante sus servicios de culto habituales, en particular porque los ataques con arma blanca y la violencia vinculada a ellos pueden afectar a ciudadanos de todos los orígenes.
"Lo triste de la victimización es que no conoce la fe ni los antecedentes", dice Amansunu. "En todas las víctimas con las que hablé, existían tintes raciales tras los ataques. Hablé con la madre de una de las víctimas que fue apuñalada hasta la muerte y evocó su religión cuando dijo que podía perdonar y olvidar debido a sus creencias cristianas."
El trabajo de Amansunu en la prevención de los delitos con arma blanca también lo lleva a relacionarse con las comunidades cristianas y musulmanas de África que viven en Londres. Dice que el entrenamiento que recibió durante su beca en el KAICIID le ha dado algunas herramientas valiosas que le ayudan a llegar a las personas más afectadas.
"El principal objetivo de la beca es formar en el diálogo", dice. "Tenemos oportunidades para aprender sobre el diálogo en la teoría y en la práctica. Esas aptitudes son cosas muy prácticas que aprendimos en el programa de becados del KAICIID. En mi trabajo, hay que ser capaz de crear ese espacio seguro para poder operar".