Cuando Taras Dzyubanskyy fundó el Centro Libertas para el Diálogo Interconfesional e Interreligioso en Lviv en mayo de 2013, Ucrania estaba en relativa paz. Menos de un año después, las violentas protestas habían derribado al gobierno como resultado de las reclamaciones rusas a la Península de Crimea.
"Al principio, sólo pretendía que las diferentes comunidades religiosas de Ucrania se conocieran entre sí. Perom cuando estás en guerra, eso no es suficiente. Trabajar juntos por fines pacíficos es ahora nuestro principal objetivo", dijo Dzyubanskyy sobre la misión en marcha de Libertas.
Más de 3.000 tártaros musulmanes desplazados de Crimea pronto encontraron refugio en Lviv, una ciudad mayoritariamente católica y predominantemente cristiana en el oeste de Ucrania, que hasta entonces albergaba a pocos musulmanes. Cuando estos recién llegados pidieron ayuda para establecer una casa de oración musulmana, Libertas organizó una mesa redonda para que los líderes religiosos y de la comunidad pudieran debatir.
"Fue interesante ver que muchos de los líderes cristianos querían darles permiso para construir una mezquita. Recuerdan los tiempos comunistas cuando los cristianos no podían tener iglesias o casas de oración en Ucrania y decían, 'Ahora esta gente necesita ayuda, ¿por qué no dársela?', así que lo hicimos", dijo Taras.
El Centro Cultural Islámico de Lviv fue inaugurado en 2015. Cerca de 200 personas, incluyendo a Taras y a otros representantes de la Iglesia greco-católica ucraniana, así como de denominaciones protestantes, se solidarizaron con esta construcción cuando abrió sus puertas en la misma calle que varias casas de culto cristianas.
El Centro Libertas ha seguido ayudando a los crimeos desplazados a encontrar vivienda y trabajo, y también a adaptarse a la vida en Lviv. En su papel de asesor del alcalde para cuestiones religiosas, Taras ayudó recientemente a designar un espacio en el cementerio donde los musulmanes pueden realizar sus propios rituales de entierro. Esos esfuerzos han animado a los nativos de Lviv y a los recién llegados a interactuar y a encontrar un terreno común.
En una conferencia sobre migración celebrada recientemente, un obispo cristiano pidió a un imán musulmán que dijera una oración y una bendición. "El imán dio su bendición en árabe. Esto supuso algo revolucionario para la gente de allí", dijo Taras. "Pensaron, 'si el obispo está aceptando esta bendición de un imán, ¿por qué no deberíamos aceptarla nosotros?"
La labor de Libertas va mucho más allá del reasentamiento. Desde su inauguración en 2013, el Centro para el Diálogo Interconfesional e Interreligioso ha celebrado más de 40 eventos ecuménicos e interreligiosos, entre los que se incluyen conferencias, seminarios, charlas y proyectos sociales en los que han participado más de 5.000 miembros y líderes de diferentes religiones en Lviv y en toda Ucrania. Taras dice que Libertas es la primera plataforma neutral de Ucrania para la labor interreligiosa y un componente largamente esperado en el panorama del diálogo interreligioso.
"Antes de comenzar con este centro, noté que cuando una comunidad religiosa organizaba un evento, los miembros de las otras religiones no venían. Al establecer Libertas como una plataforma neutral que no representa a una religión en particular, nos da más libertad para navegar por temas que son difíciles de explorar para las comunidades religiosas, como la corrupción, las noticias falsas, el género y los derechos del colectivo LGBT", dijo.
Taras pertenece a la Iglesia greco católica ucraniana y enseña Teología del diálogo interreligioso en la Universidad Católica Ucraniana de Lviv. Nació y creció en Lviv, pero asistió a una escuela rural en las afueras de la ciudad.
"Mi interés por la religión nació en el campo", comenta Taras. "En ese momento, Ucrania todavía formaba parte de la Unión Soviética, pero en los pueblos, la religión jugaba un papel importante en la vida de la gente. El país era comunista y la religión era clandestina, pero mucha gente todavía iba a las iglesias."
Taras se propuso entrar en un seminario en su adolescencia y finalmente obtuvo un doctorado en Teología y diálogo interreligioso en la Universidad Pontificia de Santo Tomás de Aquino (el Angelicum) en Roma.
"Mi compromiso con el diálogo interreligioso comenzó la primera vez que escuché a un rabino hablar en mi universidad", dijo. "Santo Tomás de Aquino era muy conservador, pero fui a una conferencia donde un rabino hablaba de las raíces judías del cristianismo. De repente, me di cuenta. Jesús era judío, María era judía, los apóstoles eran judíos, así que me di cuenta de que necesitaba estudiar la Biblia desde el punto de vista judío, no sólo desde la perspectiva católica. Escuchar a este rabino fue una iluminación, una revelación."
Poner en práctica estos estudios de diálogo se ha convertido en la misión vital de Taras y en un reto particular en Ucrania.
Ese objetivo se ha vuelto más difícil de lograr desde que las guerras informativas han hecho estragos en los medios de comunicación social, en particular en lo que respecta a la política ucraniana. El Centro Libertas ha abordado directamente la volátil situación a través de su Escuela de Periodismo Interreligioso, que forma a los periodistas para promover el diálogo y combatir la propaganda. Este proyecto recibió un Premio al Logro Intercultural en 2018 del Ministerio Federal de Europa, Integración y Asuntos Exteriores de Austria.
Asimismo, gran parte de la labor de Libertas en los últimos meses se ha centrado en los conflictos y disturbios, trabajando para apoyar a las comunidades que se han visto afectadas por la violencia. En los últimos tiempos, la organización se ha enfocado en ayudar a los niños ortodoxos y católicos que perdieron a sus padres en el conflicto armado del este de Ucrania.
"Reunimos a un grupo de unos 30 niños y sus madres en un monasterio ortodoxo ucraniano y trajimos a psicólogos, trabajadores sociales y líderes espirituales para hablar sobre la pérdida de sus padres y esposos", dijo Taras.
"Los ucranianos normalmente no quieren hablar de sus problemas en público, pero cuando tuvimos a estas viudas que vinieron a hablar de su pérdida con un psicólogo, sus ojos se llenaron de lágrimas. Nos agradecieron este trabajo, reunirlas y traer a los líderes religiosos para hablar con ellas en este momento difícil".
El compromiso del Centro Libertas con el diálogo interconfesional e interreligioso ha sido profundamente decisivo en una época en que las tensiones son elevadas y las diferencias políticas son profundas.
"Después del comunismo, aquí hay mucha desconfianza entre la gente. Cuando organizo estas reuniones interreligiosas, la gente se pregunta sobre mis intenciones. Romper este patrón de desconfianza y conseguir que las personas confíen es algo en lo que llevo mucho tiempo trabajando duro para conseguir implementar aquí."