El profesor Tawfiq Ladan es el Director General del Instituto de Estudios Jurídicos de Nigeria y experto en Derechos Humanos, derecho del género y derecho del desarrollo. Tras la reciente conferencia de paz que tuvo lugar en Nigeria, el profesor Ladan conversó con el KAICIID sobre el modo en que se puede abordar la desigualdad social y política a través del empoderamiento de los ciudadanos y el fortalecimiento de las arquitecturas regionales de paz.
¿A qué desafíos se enfrenta Nigeria en lo que respecta a su diversidad étnica y religiosa, y cómo contribuye esto a los conflictos?
Esta es una pregunta muy importante y debo decir que también es preocupante. En un país como Nigeria, en 60 años, no nos hemos dado cuenta de que somos una sociedad multirreligiosa.
Necesitamos promover nuestro multiculturalismo y nuestras identidades multiétnicas y religiosas. El federalismo constitucional da cabida a todas estas divergencias y nos da la oportunidad de conservar nuestra identidad. Por este motivo, podemos usar nuestra diversidad como un factor positivo, no como un mecanismo divisorio.
Hasta ahora, nos ha faltado la voluntad política para entender por qué necesitamos construir infraestructuras que identifiquen y gestionen los conflictos que surgen a causa de nuestras diferencias o de nuestras múltiples identidades nacionales. Lo mínimo que podemos hacer es permitir que una plataforma institucional gestione el conflicto.
Nigeria tiene políticas de Derechos Humanos, pero ¿diría usted que están bien implementadas? Además, ¿cómo de eficaces son para empoderar a los ciudadanos?
No se puede tener una sociedad religiosa multiétnica y, luego, una sociedad que también se rige por múltiples administraciones de justicia, sistemas jurídicos y múltiples idiomas y culturas.
Lo que parece que hemos hecho, para promover e impregnar la cultura del diálogo para la paz y la reconciliación, es no permitir que nuestras instituciones de gobierno crezcan. No aumentamos sus capacidades. Debilitamos deliberadamente sus administraciones y no aprendemos ninguna lección de esto.
Y como no aprendemos ninguna lección, siempre pensamos que podemos tenerlo todo, sin prescindir de nada. En muchos otros países desarrollados, permiten que las instituciones de gobierno funcionen. Por ejemplo, los poderes ejecutivo y legislativo tienen limitaciones, y también tienen una población empoderada.
Por un lado, aunque tengamos las instituciones necesarias para gestionar conflictos, no sirve de nada reforzarlas si la misma gente no está empoderada. ¿A dónde recurrirán estas instituciones gubernamentales si sus poderes están siendo erosionados por los actores políticos? Necesitamos darle más valor a la opinión pública.
Por otra parte, si decimos que hemos establecido políticas nacionales, que tenemos leyes nacionales y que tenemos instituciones nacionales, entonces también debemos fortalecer nuestra infraestructura para la paz, la justicia y la reconciliación. Tenemos que descartar el argumento de que "oh, no podemos confiar en el gobierno estatal y local en la gestión de grandes recursos". Entonces, ¿por qué debería haber confianza en las instituciones gubernamentales en su núcleo? Hay que ir dejando de lado algunos de estos argumentos y sensaciones. Debemos dejar que esas instituciones gubernamentales desempeñen su papel.
¿Cómo pueden el diálogo y la cooperación interreligiosos con los encargados de la formulación de políticas abordar los problemas de desigualdad de Nigeria y ayudar a fomentar políticas más inclusivas?
El diálogo interreligioso es una rama de la cultura de paz, justicia y reconciliación. Porque, en sí mismo, imbuirse de la cultura de paz consiste en fomentar cambios institucionales o un cambio en el comportamiento de las personas en lo que respecta a su modo de vida o a su rechazo de la violencia.
Debemos fortalecer la infraestructura de diálogo interreligioso, paz, justicia y reconciliación, hasta los niveles de gobierno local.
Primero se necesita una dirección política, y la tenemos. Segundo, también se necesita traducir ese instrumento político en un plan de acción. Luego, necesitas definir claramente los roles de cada uno de los actores en los sectores relevantes. Pero, según mi experiencia, el eslabón perdido son los recursos asignados a los niveles de gobierno federal, estatal y local, para que hablemos el mismo idioma y luego traduzcamos la política en la realidad práctica y el impacto.
Necesitamos fortalecer la arquitectura del diálogo interreligioso y, a continuación, promover un mejor entendimiento entre los actores políticos para que den más fuerzas a las instituciones gubernamentales, incluidas las instituciones tradicionales a nivel de base.
¿Qué papel deben desempeñar los medios de comunicación en el fomento de la estabilidad y la paz en Nigeria?
El artículo 22 de la Constitución de Nigeria eleva el perfil de los medios de comunicación de masas: "La prensa, la radio, la televisión y otros organismos de los medios de comunicación de masas tendrán en todo momento libertad para defender los objetivos fundamentales contenidos en el presente capítulo y defender la responsabilidad y la rendición de cuentas del Gobierno ante el pueblo".
Pero, a veces, los medios de comunicación han contribuido negativamente a la situación. Cuando el sistema político no se estabiliza por el papel de los medios de comunicación, en términos de su propia contribución, tiene efectos adversos en la arquitectura de la paz en el país. También proporciona una base para la percepción de que no se puede confiar en el mecanismo de acceso a la justicia y de impartición de justicia.
Los medios de comunicación deben participar en la ayuda a las infraestructuras existentes para el diálogo interreligioso, la paz, la justicia y la reconciliación para promover la diversidad y fomentar la tolerancia religiosa.