Más de 65 líderes religiosos budistas y musulmanes, procedentes de cinco países de Asia meridional y sudoriental, se reunieron en Yakarta esta semana para celebrar un taller sobre la incitación al odio, la protección de los lugares sagrados y la educación inclusiva.
Acogido por el Centro de Diálogo Internacional (KAICIID) y la Organización de Cooperación Islámica (OCI) durante los días 18 y 19 de diciembre, este evento de dos días, titulado "Juntos por la Diversidad", dio la bienvenida a asistentes que habían llegado desde Indonesia, Malasia, Myanmar, Sri Lanka y Tailandia.
El primer día se inició con mesas de debate, donde los asistentes hablaron abiertamente sobre la necesidad de facilitar una mejor colaboración entre los líderes religiosos de diferentes credos, y de fomentar las relaciones con los responsables de las políticas al respecto, con el fin de abordar las cuestiones más urgentes en la actualidad, como el radicalismo y la incitación a la violencia.
"Si queremos luchar contra los efectos de la ideología radical, que se ha convertido en una tendencia preocupante no sólo aquí en el sur y sudeste de Asia, sino en todo el mundo, debemos centrarnos en la necesidad de integrar diferentes ideologías, diferentes formas de vida y diferentes tradiciones religiosas", dijo el secretario general del KAICIID, Faisal bin Muaammar.
"Sólo podemos conseguirlo haciendo hincapié en los principios comunes compartidos por todos los creyentes: la paz, la integridad y la justicia social".
Durante las sesiones y los paneles que siguieron, se debatió especialmente sobre el preocupante aumento de la incitación al odio, que es una de las principales prioridades del Centro para 2020, y sobre cómo mejorar las prácticas de prevención.
El Jeque Arkam Nooramith, Director del Nooraniyyah College en Sri Lanka, señaló la falta de reglamentación en lo que concierte al discurso del odio en los canales de los medios de comunicación social, y alentó a los propietarios de las plataformas a encontrar la manera de poner fin a la desinformación y la propagación de rumores.
"Estas empresas se centran en el beneficio, así que ¿qué tipo de mensajes generan más impacto? Los que más publicidad reciben, que suelen ser mensajes negativos", dijo.
Sin embargo, Jessyln Metta, coordinadora de "Jóvenes sobresalientes para el mundo" en Indonesia, argumentó que, además de las empresas de medios de comunicación social, los líderes religiosos y las comunidades también tienen una gran responsabilidad en el uso de las plataformas para difundir la paz.
"Los predicadores extremistas utilizan YouTube para subir discursos grabados. Pero esto no sucede con los líderes religiosos que difunden mensajes positivos. ¿Por qué? Si compartiéramos el contenido de la manera en que lo hacen los predicadores extremistas, veríamos buenos resultados", dijo.
Metta también argumenta que, para abordar el tema de los discursos de odio entre los jóvenes, las comunidades religiosas deben empezar a llegar a ellos a través de los medios de comunicación social.
"Estadísticamente, los jóvenes se ven más atraído por mensajes visualmente atractivos, y el contenido de vídeo, por ejemplo, es la mejor manera de transmitir un mensaje. Estoy pensando en crear mi propio canal de YouTube para producir contenido que produzca valores positivos". Así es como deberíamos llegar a la generación más joven".
El jeque Nooramith está de acuerdo. "Estoy muy sorprendido de ver cómo los monjes budistas, especialmente los de Tailandia, se comprometen con la juventud y los medios de comunicación; lo proactivos que son como líderes religiosos y en su enseñanza religiosa. Hoy en día, los líderes religiosos tienen que ser muy inteligentes y estar bien formados en relaciones públicas y marketing si quieren difundir su mensaje de armonía y paz en los medios de comunicación social".
En el segundo día del taller, los participantes sintetizaron una serie de recomendaciones nacionales y regionales para los líderes religiosos y los responsables de la formulación de políticas, que se recopilaron en una declaración conjunta.
A continuación, los participantes realizaron una excursión interreligiosa a dos de las casas de culto más destacadas de Yakarta: la mezquita Istiqlal, que es la mayor mezquita de Asia Sudoriental, y la catedral principal de Yakarta.
Metta cree que los resultados de la conferencia indican un acuerdo colectivo para fortalecer la diversidad y el diálogo interreligioso en toda la región, a pesar de las diferencias religiosas y culturales.
"Todos tienen su propia opinión, pero todos tenemos un entendimiento común, la misma mentalidad y los mismos objetivos", dijo Metta. "Sabemos lo que está bien y lo que está mal. Nosotros, como comunidad diversa, podemos alcanzar los mismos objetivos para todos nosotros".