Cinco jóvenes cambian el mundo a través del diálogo

01 Junio 2025

Como paso previo al Foro de Córdoba de 2019, el KAICIID reunió a 30 hombres y mujeres jóvenes procedentes de 17 países para que participaran en un curso intensivo sobre habilidades de diálogo y facilitación, y para establecer la agenda del próximo Foro de Córdoba. Nos pusimos en contacto con ellos y averiguamos lo que les motiva y cuál creen que es la cuestión más apremiante de su generación.

Noor Diab, Líbano

Noor es miembro de la Alianza Mundial de la Juventud. Trabaja en el Consejo Noruego para los Refugiados del Líbano, enseñando a niñas y niños desplazados y formando a docentes y consejeros para apoyar a los jóvenes refugiados de Siria en el Líbano. Noor estudió matemáticas, pero decidió pasar al sector humanitario porque quiere ayudar a la gente. Para ella, el reto más importante al que se enfrenta su generación es el del acceso a la educación.

“Realmente creo que la educación es la base de todo, y es fundamental en el desarrollo y fomento de la convivencia. Me inspira ver cómo los alumnos desarrollan sus habilidades, o cómo un niño que estaba trabajando consigue ir a la escuela. Cuando vi a todas esas personas necesitadas, quise darles esperanza para el futuro”.

Razan Farhan Alaqil, Arabia Saudí

Razan trabaja con Salam for Cultural Communication. Es una joven activista e influencer en medios sociales que cree apasionadamente en el empoderamiento de los jóvenes. Como miembro de la mayor generación de jóvenes registrada en la historia, considera que el diálogo es clave para establecer una base sólida de entendimiento por un futuro mejor. Para Razan, la educación y el diálogo son esenciales para capacitar a los jóvenes a fin de que puedan abordar los problemas de su generación.

“Creo que toda civilización se basa en la educación. Si podemos integrar el diálogo con la educación conseguiremos nuestro objetivo de lograr que personas con la visión adecuada se sienten juntas, a pesar de sus diferencias, y entablen una conversación”.

Mahaman Bassirou Adamou Dade Raphael, Níger

Rafael es un joven líder del movimiento scout que trabaja para empoderar a los jóvenes a fin de que lleguen a ser agentes de consolidación de la paz en Níger, su país natal. Para hacer frente a temas como el desplazamiento, el conflicto y las disputas entre agricultores y ganaderos, forma a personas de Níger en liderazgo, comunicación no violenta y apoyo a los migrantes, además de dirigir proyectos para prevenir la radicalización y el terrorismo entre los jóvenes.

“Creo que la razón por la que estamos aquí, en este mundo, es para hacer que sea un lugar mejor. La mejor manera de lograrlo es animar a los jóvenes a que trabajen juntos a través del diálogo. La diversidad es una herramienta que nos permite ir más allá de nuestras diferencias y descubrir lo que tenemos en común. Si Dios hubiera querido que fuésemos iguales, lo habría hecho”.

Isela Carrasco Reyes, México

Isela es una joven periodista. Actualmente está realizando un doctorado en la Universidad de Córdoba. Ha trabajado en su país natal, México, como periodista de radio promocionando la paz y la esperanza contra el conflicto que asola el país. Cada día se esfuerza por ayudar a las personas a que aprendan a perdonar, y cree que solo mediante el diálogo con nosotros mismos seremos capaces de superar los conflictos y lograr un cambio positivo.

“El paso más importante es el diálogo con uno mismo. Si uno no puede dialogar consigo mismo, no puede dialogar con otras personas. Solo entonces uno es capaz de perdonar. En el mundo suceden muchas cosas terribles, pero si podemos centrarnos en las cosas buenas y perdonarnos por las malas, podemos conseguir un cambio”.

Floraine Jullian, Francia

Floraine proviene de una familia interconfesional: su padre era un sacerdote católico y su madre es judía. Esto la ha inspirado a promover el diálogo interreligioso y el entendimiento. Floraine actualmente está terminando sus estudios en relaciones internacionales y pronto viajará por el mundo en busca de historias de diálogo y convivencia a través de su organización, Coexister. Cree que la diversidad es una fuente de energía, y que puede ser un factor empoderador para superar los problemas de nuestra sociedad y convivir pacíficamente.

“Si no dedicamos tiempo a comprendernos unos a otros, nunca seremos capaces de hacer frente al problema del clima, la desigualdad y la pobreza, o la corrupción política. Tenemos que analizar de qué forma el diálogo puede ser un activo —una herramienta— para el respeto mutuo y la convivencia, ya que todos tenemos que compartir los recursos. Si no lo hacemos, nunca seremos capaces de solucionar los problemas a los que hacemos frente".