Para conmemorar los 30 años de la Convención sobre los Derechos del Niño, el KAICIID —conjuntamente con Arigatou International, colaboradoresde las Naciones Unidas, la Unión Africana, los Gobiernos de Alemania, los Emiratos Árabes Unidos, Marruecos y México, así como otros aliados— convocó a un panel interreligioso con el objeto de explorar el papel de las comunidades y los líderes religiosos en la promoción de los derechos humanos y la protección de los niños.
El panel, que tuvo lugar el 6 de marzo en Ginebra en los márgenes de la 40.a sesión del Consejo de Derechos Humanos, reunió a líderes religiosos, expertos en derechos humanos y representantes de los Estados miembros de las Naciones Unidas para poner en común los logros y examinar de qué manera las comunidades religiosas han trabajado en estrecha colaboración con las Naciones Unidas y sus Estados miembros a lo largo de los últimos 30 años por la promoción de los derechos del niño.
Los líderes religiosos cumplen un papel importante en la protección de los niños que forman parte de sus comunidades y, mediante su liderazgo, pueden cuestionar o dar forma a las normas sociales y culturales que condonan la violencia. Como figuras dignas de confianza en su comunidad, se encuentran en una posición privilegiada para promover el bienestar de los niños y poder alzar la voz contra prácticas tales como la mutilación genital femenina, el abuso y la desatención.
Los representantes del KAICIID, Su Eminencia el Metropolitano Emmanuel, de la Junta Directiva, el Secretario General Adjunto, Embajador Álvaro Albacete, y el Profesor Mohammed Abu-Nimer, Asesor Sénior, expusieron sobre la experiencia del KAICIID y el papel de la cooperación interreligiosa en el respaldo a los derechos del niño, así como destacaron el papel fundamental que puede cumplir el diálogo interreligioso.
Mohammed Abu-Nimer habló de cómo las distintas comunidades religiosas pueden trabajar juntas para proteger los derechos de los niños y forjar relaciones intercomunales más estrechas.
“La violación y el abuso de niños es una enfermedad que no puede curarse sin la participación de todas las comunidades, de todos los grupos confesionales: musulmanes, cristianos, budistas e hindúes”, sostuvo Abu-Nimer. “El accionar multirreligioso asegura que se adopten acciones en toda la comunidad, no solo en un segmento si solo participa una religión. Esto contribuye a que el alcance de la acción sea más generalizado y aumenta las posibilidades de obtener buenos resultados”.
Por otra parte, durante el encuentro, se presentaron los resultados preliminares y las recomendaciones del Estudio Interconfesional de la Convención sobre los Derechos del Niño de 1989.
Acerca de la Convención sobre los Derechos del Niño
La Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño, adoptada en 1989, es un tratado de derechos humanos que requiere a los países signatarios actuar de acuerdo con el interés superior del niño, garantizando que todos los niños gocen de derechos básicos, entre ellos: el derecho a la vida, a tener su propio nombre e identidad, a ser criados por sus padres dentro de un entorno familiar o cultural, y a tener relación con ambos padres, incluso si están separados.