Jóvenes en busca de refugio se reúnen en el KAICIID para intercambiar ideas sobre la integración
2 de diciembre de 2017, Viena: El reconocimiento de la diversidad y la aceptación de la diferencia son elementos clave para la cohesión social, y la integración de los jóvenes desplazados resulta particularmente importante para mantenerla. Los jóvenes tienen un potencial y una capacidad de adaptación enormes, pero también se enfrentan a dificultades y desventajas significativas.
El Centro de Diálogo KAICIID se propuso entender mejor la percepción que los jóvenes que buscan refugio en Austria tienen de sí mismos, del Otro y de su futuro, entendiendo esto siempre en el contexto del diálogo intercultural e interreligioso.
Más de 15 jóvenes de entre 16 y 30 años participaron en un taller de un día de duración, que se celebró en alemán, en el marco de las medidas para impulsar su integración en la comunidad que los acoge.
Los participantes exploraron la manera en que han cambiado sus identidades y su percepción de los otros desde su llegada a Europa. Hablaron sobre sus dificultades y esperanzas, y sobre lo que les gustaría que los europeos y sus instituciones aprendieran acerca de ellos.
Muchos jóvenes señalaron que la llegada era solo el comienzo. La vida en Europa ofrece un amplio abanico de oportunidades educativas, sociales y culturales nuevas y de perspectivas desconocidas sobre los otros. Al mismo tiempo, puede resultar difícil ser estereotipado de repente como extranjero o refugiado.
Mohammed, de 16 años y procedente de Afganistán, dijo: “Ojalá las instituciones europeas supieran que las personas son solo personas… el color de nuestra piel, nuestra religión, nuestros antecedentes culturales no importan… vinimos aquí huyendo de una guerra. No somos delincuentes... hay gente mala en todos sitios, pero eso no significa que haya que tener miedo de todos los refugiados. Solo queremos vivir como los demás.”
Los participantes analizaron las diferencias culturales, incluidas las cuestiones relacionadas con las mujeres y las niñas. Algunos sentían que sus iguales les dejaban de lado debido a su religión o etnia, mientras que otros relataron experiencias más positivas.
Hoda, de 19 años y procedente de Irak, afirmó: “Estoy muy feliz aquí, en Austria. He encontrado una forma de independencia nueva que no tenía cuando vivía en Irak. Me siento libre y a salvo. En el colegio me tratan bien, no les importa que lleve el velo.”
La mayoría coincidieron en que el idioma era el obstáculo más importante, pero casi todos habían conseguido superar esa dificultad en tan solo dos años.
Ahmad, de 16 años y de Siria, dijo: “Llegué aquí con 14 años. Hablo bien el alemán porque al principio viví con una familia austríaca durante un tiempo. Aprendí a hablar alemán con ellos. Me siento muy agradecido.”
La integración de los migrantes es un tema que despierta un gran interés en todo el continente, y a muchos votantes europeos les preocupan las implicaciones que tienen las políticas en materia de migración y asilo para la cohesión social y el desarrollo.
El objetivo principal de la reunión era recopilar las perspectivas de los jóvenes para hablar sobre ellas durante un taller de dos días que se celebrará en el KAICIID y la Casa de la Unión Europea el 12 y el 13 de diciembre de 2017. El evento será una oportunidad para que los responsables políticos, junto con los agentes religiosos y las organizaciones que trabajan en el ámbito del bienestar, intercambien ideas, formulen recomendaciones, identifiquen oportunidades de alianzas y exploren nuevas posibilidades de crear una productiva plataforma de colaboración en este campo.