4 de agosto de 2017. El Secretario General del KAICIID, Faisal Bin Muaammar, afirmó ayer que los líderes religiosos y los responsables políticos comparten la responsabilidad de fomentar en la comunidad la resistencia al odio extremista y la violencia. El Secretario General hizo esta afirmación durante la celebración del 30º aniversario de la Cumbre Religiosa del Monte Hiei, que tuvo lugar los días 3 y 4 de agosto en el Kyoto International Conference Center, en la ciudad de Kioto, y en el templo Enryakuji, sobre el Monte Hiei, en la ciudad de Otsu, prefectura de Shiga (Japón).
La primera Cumbre Religiosa, una de las reuniones interreligiosas más destacadas del mundo, se celebró en 1987 por iniciativa del Muy Venerable Etai Yamada, 253er Sacerdote Principal de la Denominación Budista Tendai. El objetivo de la primera reunión fue reavivar el espíritu de la Jornada Mundial de Oración por la Paz, celebrada en 1986 en Asís (Italia) por iniciativa del Papa Juan Pablo II.
Desde entonces, se celebra anualmente una cumbre religiosa en el Monte Hiei, bajo el auspicio de la Asociación Tendai de Cooperación Religiosa para la Paz Internacional y el templo Enryakuji. La cumbre convoca a cientos de representantes religiosos de alto nivel y defensores del diálogo interreligioso en torno a un compromiso compartido con la paz mundial y la cooperación entre fieles de distintas religiones.
En la misma línea, el lema del encuentro de este año fue “Este es el momento de cooperar para superar la violencia y el odio”. En un comunicado conjunto difundido antes de la reunión, la Conferencia de Representantes Religiosos de Japón manifestó su esperanza de lograr una renovación del diálogo entre las religiones “como medida que permita hacer frente a las cuestiones fundamentales de nuestro tiempo”, sin la cual, sostuvo, “cabría cuestionar las razones de nuestra existencia”.
Además, la entidad expresó su firme decisión de trabajar conjuntamente con instituciones internacionales para resolver los desafíos que se plantean en el plano mundial.
Como respuesta a este compromiso, el Secretario General Bin Muaammar reiteró su convicción de que los líderes religiosos, los responsables políticos y la sociedad civil pueden cooperar para establecer un diálogo mundial y una infraestructura educativa.
“Necesitamos soluciones sostenibles y debemos incluir a todas las partes interesadas. Es una satisfacción para mí poder decirles que las Naciones Unidas y muchos integrantes de la comunidad internacional advierten ahora que los líderes religiosos y los responsables políticos tienen una causa común. Tanto unos como otros necesitan preservar la convivencia pacífica. Tanto unos como otros necesitan fomentar en la comunidad la resistencia al virus del odio extremista y la violencia.”
“Hay unos cinco mil millones de personas con una identidad religiosa propia. Si se logra despertar en ellos la comprensión y la empatía para con el Otro a través del diálogo, el 80 % de la población mundial podrá ayudar a prevenir el extremismo“, manifestó.
Como testimonio de su fe en el poder del diálogo para generar cambios positivos, el Secretario General hizo una breve alusión a los programas clave del KAICIID, como el Plan de Acción para que Líderes y Actores Religiosos Prevengan y Contrarresten la Incitación a la Violencia que Podría Conducir a Crímenes Atroces. Este Plan conjunto del KAICIID y las Naciones Unidas fue puesto en marcha este mes en Nueva York por el Secretario General de las Naciones Unidas y diversas plataformas interreligiosas, con el apoyo del KAICIID en Myanmar, Nigeria y la región árabe.
Durante su visita, el Secretario General se reunió también con la Reverenda Kosho Niwano, miembro de la Junta Directiva del KAICIID y Presidenta designada de la Rissho Kosei-kai, cuya organización participa activamente desde hace varios años en la Cumbre Religiosa.
El Secretario General asistió por primera vez a la Cumbre Religiosa en 2015.